¿Tratas con Jesús? ¿Te relacionas con su presencia? VI Jueves de Pascua
Dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver». Y se preguntaban: «¿Qué significa ese “poco”? No entendemos lo que dice». Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo: «¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho: “Dentro de poco ya no me veréis y dentro de otro poco me volveréis a ver”? En verdad, en verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría (Jn 16, 16-20).
Se ha cumplido la cuarentena pascual. La liturgia traslada la celebración de la Ascensión del Señor al próximo domingo. Sin embargo, la lectura hace referencia a la despedida de Jesús, quien les anuncia la paradoja de la tristeza convertida en gozo gracias a la efusión del Espíritu Santo. Se abre el tiempo de la fe, de ver al Resucitado con los ojos abiertos e iluminados por el don de la fe. La ausencia se convertirá en presencia, y las lágrimas en motivo de alegría.
Con la despedida de Jesús y su ascensión a los cielos, podría creerse que se termina el cristianismo, como en los casos de liderazgos políticos. Sin embargo. la marcha histórica del Nazareno se convierte en presencia universal permanente y sacramental. La Eucaristía, la Palabra de Dios y el prójimo, que es cada persona, albergan la presencia de Cristo resucitado. Ya no cabe la nostalgia de no haber sido contemporáneo suyo. Santa Teresa “cuando oía a algunas personas decir que quisieran ser en el tiempo que andaba Cristo nuestro bien en el mundo, se reía entre sí, pareciéndole que, teniéndole tan verdaderamente en el Santísimo Sacramento como entonces, que ¿qué más se les daba?” (CP 34, 6)
¿Tratas con Jesús? ¿Te relacionas con su presencia?
