5 de diciembre, I Viernes de Adviento
Texto bíblico
“Pronto, muy pronto, el Líbano se convertirá en vergel, y el vergel parecerá un bosque. Aquel día, oirán los sordos las palabras del libro; sin tinieblas ni oscuridad verán los ojos de los ciegos” (Isa 29, 17-18).
“Al llegar a la casa se le acercaron los ciegos y Jesús les dijo: «¿Creéis que puedo hacerlo?». Contestaron: «Sí, Señor». Entonces les tocó los ojos, diciendo: «Que os suceda conforme a vuestra fe». Y se les abrieron los ojos. Jesús les ordenó severamente: «¡Cuidado con que lo sepa alguien!». Pero ellos, al salir, hablaron de él por toda la comarca” (Mt 9, 28-31).
Comentario
La concurrencia de los textos escogidos por la Iglesia para este día hace referencia a la autenticidad que implican el ver y el oír, dos sentidos que confirman la posibilidad del testimonio. El Evangelio describe la curación de dos ciegos, quienes se convierten en testigos del milagro del que pueden dar fe.
Si el profeta anuncia los tiempos en que los ciegos verán, y el Evangelio narra la curación de dos de ellos, Jesús se manifiesta como aquel que hace historia la profecía y se acredita como el anunciado desde antiguo por las Escrituras.
Sin embargo, no puede reducirse el don de ver a una mera percepción física, pues apela a la fe. “Que os suceda conforme a vuestra fe”, les dice Jesús a los invidentes. La fe es la clave para que los proyectos de Dios se realicen en nosotros, siempre que nos adhiramos a su voluntad.
Propuesta
Ten fe en el Señor.