24 de agosto, XXI Domingo del Tiempo Ordinario 

Texto bíblico 

“Vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos” (Lc 13, 29-30)

Reflexión 

Continuando con la enseñanza que nos ofrece la Liturgia de la Palabra en los domingos de este mes de agosto, nos encontramos con un texto revulsivo acerca de cuántos se salvarán: “Señor, ¿son pocos los que se salvan? Él les dijo: Esforzaos en entrar por la puerta estrecha, pues os digo que muchos intentarán entrar y no podrán” (Lc 13, 23-24). 

Aunque Jesús expresa el rigor que se exigirá a quienes deseen entrar en la casa, el texto también afirma que “vendrán muchos de Oriente y Occidente”. Además, frente a la actitud del dueño de casa que cierra la puerta —“Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis diciendo: ‘Señor, ábrenos’; pero él responderá: ‘No sé quiénes sois’”—, en otro lugar leemos: “Mira, estoy de pie a la puerta y llamo. Si alguien escucha mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo” (Ap 3, 20). 

Un discurso evangélico permanente es: “El que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo” (Mt 20, 27). “Quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará” (Mc 8, 35). “El que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor” (Mc 10, 43). Y hoy el Evangelio afirma: “Hay últimos que serán primeros” (Lc 13, 30). 

Propuesta 

María canta: “Dios enaltece a los humildes”.