Reza o canta el Magnificat 20 de mayo: Mes de María

Virgen del Magnificat
20 de mayo: Mes de María
Texto bíblico
“Escucha, hija, mira: inclina el oído, olvida tu pueblo y la casa paterna; prendado está el rey de tu belleza: póstrate ante él, que él es tu señor. La ciudad de Tiro viene con regalos, los pueblos más ricos buscan tu favor. Ya entra la princesa, bellísima, vestida de perlas y brocado; la llevan ante el rey, con séquito de vírgenes, | la siguen sus compañeras: las traen entre alegría y algazara, van entrando en el palacio real” (Sal 44, 11-16).
Meditación: Enamorada de Dios
Detente un instante a contemplar la identidad de la mujer escogida por Dios para ser la madre de su Hijo, y comprenderás algo que recorre la Biblia. El Creador se fija en lo pequeño, lo humilde, aquello que no cuenta. María, la Nazarena, es una joven nacida en un lugar desconocido, demostración de que para Dios nada es insignificante. Ella reconoce en su cántico el favor de lo alto: “Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, porque ha mirado la humildad de su esclava”.
Advocación: La Virgen del Magníficat
La Virgen del Magnificat (en italiano, Madonna del Magnificat, o también Madonna con il Bambino e cinque angeli) es un cuadro destacado del maestro renacentista Italiano Sandro Botticelli. Se conserva en la Galería de los Uffizi, de Florencia (Italia). Está realizado al temple sobre tabla. María canta: “El Poderoso ha hecho obras grandes en mí”.
Oración
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre. Gloria al Padre.
Propuesta
Reza o canta el Magnificat