Hay días en que tu batería se agota.

No te queda aceite para llenar la lámpara,

la noche se prevé larga y llena de fantasmas,

noche de miedo, de monstruos, pesadillas,

guerras, enfrentamientos, divisiones.

Y con miedo descubres que solo estás al 2% de optimismo,

al 2% de esperanza, al 2% de ilusión, al 2% de tus fuerzas.

Puede que te sientas estúpido por no ser más prudente,

por haber confiado, por haber sido bueno,

por estar ocupado con cosas secundarias

que antes te parecían mucho más importantes.

Estamos tristes, estamos enfadados, estamos agotados.

Nuestra luz se torna luciérnaga cansada 

y casi agonizante.

¿Qué nos deparará este futuro oscuro

donde ya no hay verdad, no hay honor ni justicia?

Estamos preocupados

porque el aceite se convirtió en un lujo

y apenas queda para llenar las lámparas

que iluminan la vida y nos dan esperanza.

Mantente firme en medio de la noche.

Hay mucha gente buena en esta tierra,

mucho valor en corazones recios.

Di siempre lo que opinas con calma y con respeto,

no propagues el fuego de la ira

que solo les conviene a los que mandan.

No seas peón que muere en la cuneta

por guerras que provocan los titiriteros.

No te envenenes con noticias sesgadas.

Llena tu corazón y tu cabeza 

de provisiones ahora necesarias:

valor, sosiego, pensar y firmeza.

La noche pasará. siempre amanece.

No pierdas la fe en ti

ni en esta tierra buena.

Ni te duermas ni nadie te anestesie.

Recarga baterías, 

busca aceite para llenar tu lámpara.

La noche pasará.

Siempre amanece.