Benavent, normaliza el valenciano

Enrique Benavent
Enrique Benavent

Enrique Benavent, arzobispo de Valencia, como no podía ser de otra manera, poco a poco y de modo espontánea y natural, normaliza el uso del valenciano en la liturgia y en sus escritos.

A los valencianos todavía nos cuesta encontrarnos con nuestra lengua para hablar con Dios nuestro Padre. Pero sin duda, el eco de la palabra “Pare” o “Mare” para nosotros no es lo mismo, ya que tiene raíces profundas en nuestra identidad personal.

Una iniciativa en esta línea muy loable ha sido la publicación, por primera vez, según me cuentan, del comentario en valenciano de los evangelios de cada día y dominical: “Evangeli per a cada dia 2024”, realizado por un grupo de sacerdotes y laicos.

Enrique Benavent, arzobispo de Valencia, como no podía ser de otra manera, poco a poco y de modo espontánea y natural, normaliza el uso del valenciano en la liturgia y en sus escritos. Una anécdota, de la que soy testigo, ilustra bien esta afirmación. Un señor se le acerca para agradecerle el uso del valenciano, y su respuesta, a bote pronto, fue muy clara: “ascolte soc valencia, de Cuatretonda, es la meua llengua…”. Este gesto, me atrevo a pensar,  está expresando mucho más. Apunta hacia una normalización del uso, sin complejos, de una lengua que, por distintas razones ha ocupado un lugar poco relevante en la liturgia cotidiana y dominical.  Hasta el punto que ha perdido valor entre el pueblo. Hablábamos valenciano en nuestra casa, y castellano y latín, en las iglesias. A los valencianos todavía nos cuesta encontrarnos con nuestra lengua para hablar con Dios nuestro Padre. Pero sin duda, el eco de la palabra “Pare” o “Mare” para nosotros no es lo mismo, ya que tiene raíces profundas en nuestra identidad personal. Por eso merece nuestro reconocimiento la labor del Arzobispo.

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El Arzobispo me consta que espontáneamente es el valenciano lo que le nace. En sus homilías, desde la primera que como Arzobispo hizo en Valencia, empleo ambas lenguas. y así lo hace habitualmente, ya que los valencianos nos sentimos orgullosos de nuestra cultura valenciana y de nuestra lengua, pero también valoramos nuestra pertenencia a España. En el semanario diocesano “Paraula” sus escritos están en las dos lenguas. Probablemente habría que ampliar la nómina de escritos, ya que traductores haberlos los hay…

En resumidas cuentas, deberíamos caminar hacia un mayor equilibrio en el uso de ambas lenguas en la liturgia y en la práctica pastoral, estando siempre muy atentos a nuestras zonas valencianas castellano parlantes, perfectamente integradas en nuestra cultura e identidad.

Una iniciativa en esta línea muy loable ha sido la publicación, por primera vez, según me cuentan, del comentario en valenciano de los evangelios de cada día y dominical: “Evangeli per a cada dia 2024”, realizado por un grupo de sacerdotes y laicos. El proceso de elaboración ha sido muy riguroso, ya que se ha utilizado el traductor “Salt” de la Generalitat Valenciana. Esta traducción ha sido revisada por un sacerdote especialista en Filología, y, finalmente, todo el material revisado por el equipo de liturgia. Sin duda, es un instrumento que puede ayudar a que los fieles se familiaricen de una manera muy clara con el lenguaje evangélico en su propia lengua.

No obstante, sería muy importante que los párrocos se impliquen decididamente en difundir esta publicación, que puede ser una ayuda para la oración y profundización en el conocimiento del texto evangélico. Me consta que, D. Enrique, aprecia este trabajo, que esperemos tenga una continuidad, y se convierta en un buena herramienta para trabajar en pro del valenciano en la Iglesia.

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