¿Sería posible que el Papa invitara a Putin, Biden y Xi a hablar de paz en el mundo? En el “Espíritu de Asís”: un sueño a orillas del Mediterráneo

El Papa firma el Pacto de Asís
El Papa firma el Pacto de Asís

¿En estos momentos quien conduce realmente este mundo? ¿Qué oscuros intereses les alimentan? ¿Adónde nos quieren conducir? ¿Quién puede parar este espiral de odio y violencia entre Rusia y Ucrania, entre Israel y Palestina, Nagorno-Karabaj, Sudán y otros más, menos mediáticos?

Pero lo que nadie nos podrá robar es nuestra capacidad de soñar. Esa capacidad que ya nunca será posible para tantos jóvenes y niños que han muerto en Israel víctimas de un ataque terrorista, ni lo mismo para los palestinos que diariamente son asesinados por las bombas de la aviación israelí. Sin olvidar que el único sueño que les queda a los dos centenares de rehenes es regresar cuanto antes, sanos y salvos, a su vida cotidiana con sus familias. ¿Haremos posible que cumplan este sueño?

Se me ocurría pensar que hace unos años, casi al inicio de su pontificado, Juan Pablo II, convocó a todas las religiones en Asís para rezar por la paz en el mundo. Una iniciativa, no exenta de críticas, por los cancerberos del sistema vaticano.

¿Sería posible que si el Papa Francisco convocara a estos tres personajes (Biden, Xi Jinping y Putin) a Asís acudieran para hablar seriamente da la Paz en el mundo, del desarme nuclear y de salvar al planeta?

En estos días calurosos, paseando descalzo por la orilla del mar, me preguntaba que este Mediterráneo, testigo de grandes civilizaciones y culturas está perdiendo el norte. Además de desbaratarse, de vez en cuando, y amenazarnos con inundaciones, se está convirtiendo el el cementerio de muchos hombres y mujeres que sueñan con nuestra felicidad. Hace unos días pensaba que, justamente al otro lado, más allá del horizonte, se encuentra la franja de Gaza. Apenas unos pocos miles de kilómetros, justamente enfrente de nosotros. También este mar, es testigo de la barbarie humana. El bombardeo inagotable de noticias en torno al conflicto palestino-israelí socava inevitablemente nuestra esperanza en el ser humano, y nos lleva a preguntarnos si no hemos visto ya suficiente horror…

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¿En estos momentos quien conduce realmente este mundo? ¿Qué oscuros intereses les alimentan? ¿Adónde nos quieren conducir? ¿Quién puede parar este espiral de odio y violencia entre Rusia y Ucrania, entre Israel y Palestina, Nagorno-Karabaj, Sudán y otros más, menos mediáticos? Y reflexionaba, en ese paseo matutino a la orilla del mar, qué bien vivimos…, todos esos conflictos para la mayoría de nosotros se han convertido en un espectáculo que contemplamos desde el sofá de nuestra casa. Nos sentimos, sin duda, afectados, por unos más que otros y emocionalmente más o menos implicados, pero también impotentes, ya que esencialmente una posible resolución no depende directamente de nosotros. Pero podemos apuntarnos a muchas cosas, manifestar nuestra solidaridad y cercanía, cada uno, como lo considere oportuno. La indiferencia de la ciudadanía, aunque nos sintamos impotentes, es inhumana.

Masacre en Gaza, vista por la prensa
Masacre en Gaza, vista por la prensa RD

Pero lo que nadie nos podrá robar es nuestra capacidad de soñar. Esa capacidad que ya nunca será posible para tantos jóvenes y niños que han muerto en Israel víctimas de un ataque terrorista, ni lo mismo para los palestinos que diariamente son asesinados por las bombas de la aviación israelí. Sin olvidar que el único sueño que les queda a los dos centenares de rehenes es regresar cuanto antes, sanos y salvos, a su vida cotidiana con sus familias. ¿Haremos posible que cumplan este sueño? La venganza es una hidra insaciable, que se alimenta generalmente de sangre inocente, y al final devora a los que se acercan demasiado a ella.

La venganza es una hidra insaciable, que se alimenta generalmente de sangre inocente, y al final devora a los que se acercan demasiado a ella

¿Quién o quienes pueden hacer algo para acabar con el horror de los mortíferos conflictos actuales? ¿En qué le puede perjudicar a la Humanidad el cese de estas horribles pesadillas para tantos seres humanos? ¿Es posible pensar en el final de la industria armamentística y su transformación en otro tipo de manufacturas más positiva para los seres humanos? ¿Seremos capaces algún día de autolimitarnos definitivamente en el poder nuclear para que el mundo no se sienta amenazado por la autodestrucción?  Sin dejar de pensar en el hartazgo del planeta, al que estamos sometiendo a un ritmo de desgaste más allá de lo razonable, y ya estamos sufriendo las consecuencias.

¿Quienes pueden tomar decisiones ejecutivas reales, de obligado cumplimiento, para la mayoría de los países del mundo? Dejando de lado, la posible contestación de muchos egos de todo tipo,  fundamentalmente tres personajes: El Presidente de los Estados Unidos, el Presidente de la Federación Rusa y el Presidente de China. Se me ocurría pensar que hace unos años, casi al inicio de su pontificado, Juan Pablo II, convocó a todas las religiones en Asís para rezar por la paz en el mundo. Una iniciativa, no exenta de críticas, por los cancerberos del sistema vaticano. La foto del Papa, rezando junto a los líderes de todas las religiones, recorrió el mundo entero, inaugurando el espíritu de Asís, que la familia franciscana sigue cada año recordando, justamente en estos días.

Laudate Deum, una llamada de atención sobre el futuro del planeta
Laudate Deum, una llamada de atención sobre el futuro del planeta Pixabay

Y, ahora, viene el sueño…¿Sería posible que si el Papa Francisco convocara a estos tres personajes  (Biden, Xi Jinping y Putin) a Asís acudieran para hablar seriamente da la Paz en el mundo, del desarme nuclear y de salvar al planeta? Evidentemente, después habría que crear tres equipos que, de manera discreta, y con la ayuda de la diplomacia vaticana, prepararán propuestas concretas y evaluables para llevar adelante en todos los países. Empezando por un día de alto el fuego global.

Y la firma de un posible documento final se podría hacer en la Capilla Síxtina, en donde vemos  las nueve escenas del Génesis que muestran la Creación, a relación de Dios con la Humanidad y La Caída del Hombre. Un lugar simbólico y significativo. Aunque se podrían admitir otras propuestas de lugares significativos…

Y la firma de un posible documento final se podría hacer en la Capilla Síxtina, en donde vemos  las nueve escenas del Génesis que muestran la Creación, a relación de Dios con la Humanidad y La Caída del Hombre. Un lugar simbólico y significativo. Aunque se podrían admitir otras propuestas de lugares significativos…

Me acabo de despertar del sueño, y me encuentro de nuevo delante de la televisión, viendo imágenes horribles, fruto del odio humano. ¡Cuántos seres humanos mueren cada día por culpa de las malditas guerras!  Mujeres, hombres, niños y niñas, jóvenes, ancianos…cada uno es una historia singular, que se ha visto truncada en un segundo. Y vuelvo a mi paseo, no para evadirme, sino para sentirme solidario y cercano del dolor inmenso a pesar de la impotente y la pequeñez. Que no nos quiten el sueño, ni las ganas por luchar por un mundo mejor y más humano. Las numerosas víctimas nos lo exigen cada día…

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