"Gentuza desalmada, que apunta hacia arriba, intentando desprestigiar al Papa Francisco, y de paso a la Iglesia" Le dijo la trucha al Tucho: una burda maniobra para atacar a Víctor Manuel Fernández

Cardenales
Cardenales

En los ambientes eclesiásticos rancios, tipo Curias de amplio espectro, los temas de la sexualidad se viven habitualmente de manera ambigua y críptica. El oscurantismo domina, y en todo caso la posible práctica sexual variopinta, se relega a las catacumbas y oscuridades. La madurez de la claridad y la transparencia les resulta insoportable.

En una burda maniobra, ciertos personajes, critican y ponen en primer plano un libro escrito hace años por el actual DDF,  Tucho Fernandez, en el que habla del orgasmo femenino, entre otras muchas otras cosas. Aleluya, que alguien hable en la Iglesia de un tema que les ruboriza a ciertos señores bien pensantes y bien vestidos, y con faldas y a lo loco.

No entro en el contenido, ya que ese es un viejo tema de la mística de  la época en la que el cardenal Fernández escribió. Hombres santos y sabios hablaban de esas implicaciones sexuales  sin ningún rubor. ¿El amor a Dios totalizante es asexuado, o puede tener relevancia y consecuencias en ese ámbito? No es mi campo, pero entiendo la investigación.

Por otro, y esto es lo importante, estamos asistiendo a una buena maniobra de gentuza desalmada, que apuntan hacia arriba, intentando desprestigiar al Papa Francisco, y de paso a la Iglesia.

En la amplia gastronomía española hay un plato absolutamente exquisito: la trucha a la Navarra. Lo mejor es encontrar una buena trucha asalmonada, de color casi cardenalicio, abrirla de par en par desespinarla y ponerle en medio de los dos lomos, una buena tajada de jamón. Un bocado de este manjar, quitándole la piel para que quede casi imberbe es un auténtico “bocato de cardinale”. Ah! Tocaba hablar de sexo, y no de gula. Bueno, se acercan…Al buen catador pocas palabras le bastan…el placer de comer esta trucha es casi orgásmico.

Campaña en defensa del Papa: Yo con Francisco

En los ambientes eclesiásticos rancios, tipo Curias de amplio espectro, los temas de la sexualidad se viven habitualmente de manera ambigua y críptica. El oscurantismo domina, y en todo caso la posible práctica sexual variopinta, se relega a las catacumbas y oscuridades. La madurez de la claridad y la transparencia les resulta insoportable. El chismorreo domina. Y en general prefieren hablar de “sexto y nono”, que parece más eclesiástico y familiar. Todo esto es el resultado de un ambiente cerrado y viciado. Esto me contaba un buen amigo, que trabajó durante años en la Curia Vaticana, y que acabó con una depresión de caballo.

El cardenal Fernández
El cardenal Fernández

En una burda maniobra, ciertos personajes, critican y ponen en primer plano un libro escrito hace años por el actual DDF,  Tucho Fernandez, en el que habla del orgasmo femenino, entre otras muchas otras cosas. Aleluya, que alguien hable en la Iglesia de un tema que les ruboriza a ciertos señores bien pensantes y bien vestidos, y con faldas y a lo loco. Me alegra, ya que los únicos “orgasmos” que conocen son los de la gula, el dinero y el sexo, pero bendecido por la oscuridad. Nada de hablar a las claras de esas cosas tan horribles. Medias palabras, miradas pícaras y palmadas es el lenguaje de estos personajes. Y el sacrosanto silencio canónico. De intenciones ni hablo, porque son bien claras, y la gente no es tonta.

No entro en el contenido, ya que ese es un viejo tema de la mística de  la época en la que el cardenal Fernández escribió. Hombres santos y sabios hablaban de esas implicaciones sexuales  sin ningún rubor. ¿El amor a Dios totalizante es asexuado, o puede tener relevancia y consecuencias en ese ámbito? No es mi campo, pero entiendo la investigación.

Campaña por el Papa Francisco
Campaña por el Papa Francisco

Por otro, y esto es lo importante, estamos asistiendo a una buena maniobra de gentuza desalmada, que apuntan hacia arriba, intentando desprestigiar al Papa Francisco, y de paso a la Iglesia. Un buen amigo, alcalde, hace años de una ciudad de la meseta castellana, me recordaba aquello de que enfrente mis adversarios, detrás mis enemigos. Un amigo político, que cayó en desgracia en un momento determinado del partido político de turno, el preboste lo primero que dijo que investigen su pasado. En esas estamos también en la Iglesia. En Roma, siempre ha sido igual pero ahora sin duda se acentúa, la conjura y los navajazos. Están desesperados, los muñidores de esas maniobras, que podrían provocar la política del ventilador, y entonces se les pondrían a muchos cristianos los pelos de punta a la luz de las oscuridades y veleidades sexuales de muchos llamados hombres de Dios. la maniobra es de libro, por lo tanto a seguir trabajando, junto al Papa con redoblada ilusión. La “casa meretriz” justiniana sigue vigente y viva.

Aunque es cierto también, que en medio de ese ambiente y tufo de podredumbre, existen hombres y mujeres de Dios que llevan a delante su misión en la Iglesia con fidelidad y autenticidad. Gracias a ellos las cosas funcionan, aunque a veces tengan que soportar desprecios, ya que no participan de los juegos florales de determinada gente. Adelante, Iglesia de Jesucristo, a pesar de estas miserias humanas.

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