Las tentaciones de Argüello
Una entrevista inoportuna y poco constructiva
Aunque sea un ciudadano que paga impuestos, como dice su correligionario de Tenerife, no puede olvidar estimado Argüello lo que es y lo que representa. O a lo mejor nos estamos equivocando y las mitras se han tirado al monte y van a crear un partido político para solucionar los problemas de España. ¡Y de la Constitución !
Entiendo perfectamente la tentación de Argüello ante la propuesta de una entrevista en uno de los rotativos más prestigiosos del país, ya que ademas de foto en portada, alusión en el editorial y casi dos páginas, sin duda ha sido muy tentador.
Una entrevista absolutamente en clave política, inoportuna y poco constructiva desde el punto de vista pastoral. En cuanto a inoportuna no es necesario insistir. El sentido común lo dice bien claro.
Me quedo con que habla en términos personales, si es que podemos separar el cargo de Presidente de la Conferencia Episcopal Española y su persona. La ocurrencia de repetir el mantra de algunos partidos, ya desde el inicio, sin duda es la clave para entender el resto de la entrevista. Me gustaría saber qué le hubiera dicho a un párroco de su territorio, si en la homilía dominical se le hubiera ocurrido pedir elecciones anticipadas y todo lo demás. Probablemente le hubiera llamado a Palacio para darle una reprimenda. Seguro.
Aunque sea un ciudadano que paga impuestos, como dice su correligionario de Tenerife, no puede olvidar estimado Argüello lo que es y lo que representa. O a lo mejor nos estamos equivocando y las mitras se han tirado al monte y van a crear un partido político para solucionar los problemas de España. ¡Y de la Constitución ! La mayoría de políticos no desean que se abra el melón de la reforma de la Constitución, y a usted no se le ocurre otra cosa que mentar el sin duda problemático artículo segundo de la misma, que cada partido lo contornea como puede para no alterar el gallinero, que de momento está tranquilo.
Ahora que se habla tanto de la transición española recuerdo una anécdota en un viaje a París que coincidí con el cardenal Tarancón, fue fantástico, ya que en ese momento estaba la famosa operación Roca que por cierto fracasó. Le pregunté abiertamente, si los obispos estaban detrás, y socarronamente me dijo: “Xiquet, cuando los obispos no hemos estado en política..., pero hay que saber estar…”. La misión española lo había invitado a dar una conferencia en la ciudad del Sena. Disfruté de sus anécdotas y lecciones de historia.
Reivindico a Tarancón en este momento. Hay que saber que todo es política, pero la Iglesia debe evitar siempre el partidismo, aunque a veces se de por supuesto. Y la máxima discreción y prudencia. ¡Cuanto le debe la transición española a Tarancón! Mucho, me decía un cura maltés en La Valletta ya hace unos cuantos años, que estuvo de oficial en la Nunciatura española. Hay que saber estar en el mundo de la poítica y de los políticos. Y Tarancón supo.
Y tengo claro que este chico de Valladolid, con aires de Pitagorín, se ha pasado de frenada. Y por eso a él le ha caído merecidamente la del pulpo, pero espero que todos sepamos distinguir las cosas para que no haya represalias innecesarias. Y, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, aplíquese de una vez, de una manera transparente y rigurosa, a solucionar el triste y grave problema de las víctimas de la pederastia, por supuesto que existe “el pecado”, pero también políticas preventivas serias. El liderazgo de la CEE dede ser iluminador, y no polemizador, y en todo caso, si es necesaria una voz profética, que lo sea para las cosas serias, sin inmiscuirse en campos que no nos corresponde.