"La Iglesia católica siempre ha tenido un problema con el se o" Una vez más “De sexto et nono” en la Iglesia católica

El profesor Novell
El profesor Novell

La Iglesia católica, por distintas razones que merecen un compendio, siempre ha tenido problemas con el sexo. Esto, a pesar de que muchos sacarán pecho y lo negarán. Evidentemente es una intencionada generalización que responde a muchos hechos, que tampoco es necesario enumerar y que están en la mente de todos.

Esta historia es a propósito de Aupetit -el Arzobispo de Paris- y de pasada de nuestro obispo  Novell. Evidentemente, en clave de Iglesia Católica, estamos ante dos situaciones cuanto menos anómalas. Y si ponemos por delante el Derecho Canónico ya podemos tocar a arrebato. Es cierto que ambos conocían las reglas del juego de la Iglesia Católica antes de aceptar tan altas responsabilidades,  pero ¿acaso sospechaban de las reacciones de sus cuerpos y corazones ante la llegada de un posible amor? Estas dimensiones de la Pero lo que la Iglesia Católica no puede pretender que su posición sea la única, y la verdadera. Espero que no. ¿Acaso están equivocados esos sacerdotes u obispos de otras Iglesias que de acuerdo con su modo de interpretar la disciplina eclesiástica conviven con sus señoras? ¿Seríamos capaces de espetarles que están en pecado o que Matrimonio y Ministerio sacerdotal o Episcopal son incompatibles? En todo caso, para los católicos, pero no para esas iglesias.

Pero lo que la Iglesia Católica no puede pretender que su posición sea la única, y la verdadera. Espero que no. ¿Acaso están equivocados esos sacerdotes u obispos de otras Iglesias que de acuerdo con su modo de interpretar la disciplina eclesiástica conviven con sus señoras? ¿Seríamos capaces de espetarles que están en pecado o que Matrimonio y Ministerio sacerdotal o Episcopal son incompatibles? En todo caso, para los católicos, pero no para esas iglesias.

La Iglesia católica, por distintas razones que merecen un compendio, siempre ha tenido problemas con el sexo. Esto, a pesar de que muchos sacarán pecho y lo negarán. Evidentemente es una intencionada generalización que responde a muchos hechos, que tampoco es necesario enumerar y que están en la mente de todos. Pero si fuera necesario dedicaríamos un capítulo a ello. Todos intuimos  la existencia del potente “lobby rosa” en el Vaticano, que tiene mucho poder y ramificaciones, así como de otras situaciones de abandono de hijos, por parte de algunos padres-sacerdotes a los que el Papa ha llamado a la responsabilidad para hacerse cargo de esas obligaciones familiares. Todo esto antes se llamaban deslices o tropiezos…eran accidentes en el camino sobre los cuales había que echar un tupido velo…

Michel Aupetit
Michel Aupetit

Esta historia es a propósito de Aupetit -el Arzobispo de Paris- y de pasada de nuestro obispo  Novell. Evidentemente, en clave de Iglesia Católica, estamos ante dos situaciones cuanto menos anómalas. Y si ponemos por delante el Derecho Canónico ya podemos tocar a arrebato. Es cierto que ambos conocían las reglas del juego de la Iglesia Católica antes de aceptar tan altas responsabilidades,  pero ¿acaso sospechaban de las reacciones de sus cuerpos y corazones ante la llegada de un posible amor? Estas dimensiones de la personalidad humana son tan previsibles o, más bien,  muchas veces desconcertantes  e impulsivas. ¿Acaso la mitra o la sotana son un impedimento para que nazca un amor verdadero? ¡Qué escándalo gritan muchos voces! Cada vez menos. El escándalo se sitúa en otros temas, y no hablo únicamente de la pederastia, sino de otros ámbitos menos mediáticos, pero más dolorosos.

En el caso, Novell, probablemente  no ha podido aguantar más la presión y ha preferido dejarlo todo, a pesar del coste que ha supuesto su decisión. Le deseo lo mejor y aplaudo su honestidad, aunque podía haber hecho las cosas de otra manera. De ser mucho y tener la vida totalmente solucionada, probablemente sentirá durante mucho tiempo una marginación hiriente y un barbecho eclesial. Podía haber optado -como algunos- por la “doble vida” integrada y motivada o esquizofrénica.

Aupetit, sin duda está alimentando muchas páginas con su expresión “relación ambigua”. El sabrá lo que quiere decir…el común de mortales interpretamos siempre que ha querido o se ha dejado querer, y no quiso continuar, pero ahora se ha sabido. ¿Y qué me pregunto? No deja de ser un hombre. ¿Acaso esa posible aventura le inhabilita para su ministerio? ¿O, más bien, le posibilita  para comprender muchas situaciones de tantos sacerdotes, religiosos-as y ayudarles? ¿Me gustaría saber cuantos extraterrestres existen en el ministerio sacerdotal que no hayan sentido en sus vidas el amor y el calor de una mujer? ¿O mujeres consagradas que no hayan tenido la experiencia del amor de un hombre al nivel que sea? Muchos de ellos y ellas, seguramente ahora viven dramas como consecuencia de esa sequedad afectiva y efectiva. De esto se podría hablar largo y tendido…También tengo muchos amigos-as que viven un celibato o una vida consagradas bien integradas y con alegría y agradecimiento.

‘Enlázate por la justicia’.
‘Enlázate por la justicia’.

Tampoco olvidemos que en el tema del celibato nos movemos en el campo de una decisión de la Iglesia Católica en un momento determinado de la historia, y por unas razones concretas que se pueden o no compartir. Y que, sin duda, pueden cuestionarse y cambiarse, si así lo decide la misma Iglesia.  Pero lo que la Iglesia Católica no puede pretender que su posición sea la única, y la verdadera. Espero que no. ¿Acaso están equivocados esos sacerdotes u obispos de otras Iglesias que de acuerdo con su modo de interpretar la disciplina eclesiástica conviven con sus señoras? ¿Seríamos capaces de espetarles que están en pecado o que Matrimonio y Ministerio sacerdotal o Episcopal son incompatibles? En todo caso, para los católicos, pero no para esas iglesias.

Queda claro que desde la perspectiva actual de la Iglesia Católica, para Novell y Aupetit, no hay más solución que, uno dejarlo todo, y el otro probablemente abandonar el arzobispado de Paris, para desaparecer en algún lugar hasta que el tema escampe. Es triste que se ponga el acento en este tema del sexo, y que nadie cuestione como muchos ejercen su ministerio hasta que no salta el escándalo económico o de otro tipo. 

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