"En el tema de la pederastia los bandazos y vaivenes han sido de libro" El viaje a ninguna parte del episcopado español

¿Un episcopado español sin rostro?
¿Un episcopado español sin rostro?

Ante ciertas actuaciones inauditas y desconcertantes, mucha gente se pregunta, si el Episcopado de nuestro suelo patrio tiene un proyecto claro, preciso, dialogado y creíble

La Sinodalidad debería empezar por dar cuentas a los fieles de sus actuaciones. por parte de quién tiene que darlas, al menos a sus fieles seguidores. ¿Acaso dudan de su madurez?

Rouco trabajó a medio y largo plazo en la elección de obispos. Y el peso de su elegidos es todavía muy alto. Cuentan que el pobre Bernardito se las ve y se las desea para elaborar ternas que desde Roma se las tumban

¿Y cuál es la causa de todo esto? A mí me va que tenemos lamentablemente un Episcopado absolutamente dividido, pero sin tensiones, diplomático y cordial. Las conjuras se hacen por detrás y los teléfonos móviles echan humo con mucha frecuencia

Es muy triste que el Episcopado español no cuente para nada en ningún ámbito eclesial mundial o europeo. Que no sea capaz de impulsar un dinamismo eclesial de renovación que realmente entusiasme a los sacerdotes, religiosos/as y creyentes. ¿Están frenados o a la defensiva? 

Cambien el relato, den esperanza, dejen los viejos tics autoritarios y asuman una fraternidad auténticamente compartida

Ante ciertas actuaciones inauditas y desconcertantes, mucha gente se pregunta, si el Episcopado de nuestro suelo patrio tiene un proyecto claro, preciso, dialogado y creíble. Si uno atiende a las hechos y publicaciones, la impresión es que están fuera de la realidad no sólo eclesial, sino también social, política y económica. 

En el tema de la pederastia los bandazos y vaivenes han sido de libro. No digamos, en lo referente a las inmatriculaciones y el apego a un concordato de otra época. En estos casos y alguno más, muchos sacerdotes y la mayoría de los creyentes, que sufren el acoso diario de la gente, se quedan sin una explicación convincente. Algunos se lanzan a una imposible cruzada y otros, sensatamente, sitúan su fe en otros parámetros más serios.

La Sinodalidad debería empezar por dar cuentas a los fieles de sus actuaciones, por parte de quien tiene que darlas, al menos a sus fieles seguidores. ¿Acaso dudan de su madurez? No es posible continuar con esta especie de “silencio”, que llaman prudente, y que en un mundo plural y variopinto puede ser interpretado como silencio cómplice de muchas historias para no dormir. ¡Ya basta! Más claridad y transparencia. Si no es así, la credibilidad no sólo hacia afuera, sino particularmente hacia dentro, se vuelve pasotismo. Pero esto no es bueno, porque se crea desafección y desconcierto, y por lo tanto disminuye el sentido de pertenencia. 

La sala de la Plenaria, vacía
La sala de la Plenaria, vacía

Y esto es lo que está ocurriendo en nuestra Iglesia española, a poco que con una mirada benigna, se mire las actuaciones de nuestros obispos y la Conferencia Episcopal. Se salvan algunos quijotes, que tienen que invocar con demasiada frecuencia a Roma para hacer valer sus posiciones. Y eso es malo, ya que no es la convicción, sino el miedo lo que les guía a los contrarios a la claridad y la renovación…Creo que era Tarancón quien decía que los obispos españoles padecían de tortícolis de tanto mirar a la ciudad eterna. Ahora algunos parece que van menos, pero la “urbe” todavía significa algo…

¿Y cuál es la causa de todo esto? A mí me va que tenemos lamentablemente  un Episcopado absolutamente dividido, pero sin tensiones, diplomático y cordial. Las conjuras se hacen por detrás y los teléfonos móviles echan humo con mucha frecuencia. Y hablo con conocimiento de causa. Esto no lo pueden reconocer, no porque no sea cierto, sino porque desataría la caja de los truenos. Evidentemente la consigna es afirmar que estamos muy unidos y que nuestra relación es fraterna y que los abrazos en las Plenarias son muy ruidosos. Demasiado postureo.

Esta facción “rouquiana”, que todavía obedece las consignas de su jefe, probablemente es la que impone un dinamismo negativo, a la espera de un nuevo Papado, que esta vez no se les escape de las manos. ¿Y el pueblo de Dios, qué..?

Rouco trabajó a medio y largo plazo en la elección de obispos. Y el peso de su elegidos es todavía muy alto. Cuentan que el pobre Bernardito se las ve y se las desea para elaborar ternas que desde Roma se las tumban. Esta facción “rouquiana”, que todavía obedece las consignas de su jefe, probablemente es la que impone un dinamismo negativo, a la espera de un nuevo Papado, que esta vez no se les escape de las manos. ¿Y el pueblo de Dios, qué..?

El Nuncio pide a los obispos un "testimonio contundente de que nos afecta el dolor de las víctimas"
El Nuncio pide a los obispos un "testimonio contundente de que nos afecta el dolor de las víctimas"

Es muy triste que el Episcopado español no cuente para nada en ningún ámbito eclesial mundial o europeo. Que no sea capaz de impulsar un dinamismo eclesial de renovación que realmente entusiasme a los sacerdotes, religiosos/as y creyentes. ¿Están frenados o a la defensiva? 

Menos mal que en la Iglesia española todavía tenemos un buen número de sacerdotes bravos que tienen las cosas claras y se dejan de monsergas. Ellos son los que cada día hacen posible, a pesar de que muchos ya son talluditos, una iglesia que camina al paso que marca el Papa Francisco. Huelen a oveja, porque las ovejas se siente amadas y atendidas por ellos, pero sobre todo porque están en la realidad. Esos son los que realmente están haciendo posible, a pesar de las dificultades internas y externas, la primavera de la Iglesia. 

Al final, lo que desearíamos es que realmente, los que están por una linea de Francisco, peguen - de una vez- un acelerón, caiga quien caiga. El tiempo se acaba y los plazos llegan

Al final, lo que desearíamos es que realmente, los que están por una linea de Francisco, peguen - de una vez- un acelerón, caiga quien caiga. El tiempo se acaba y los plazos llegan. Pierdan un año elaborando un Proyecto Institucional serio, bien trabajado y consensuado, que inspire y de sentido a todas sus actuaciones.  Y, a continuación las Diócesis, y todo esto articulado con el raquítico movimiento sinodal, que lamentablemente muchos no han  promocionado, porque no quieren complicarse la vida y prefieren lo de siempre. Ilusionen al personal, que está con ganas de disfrutar y comprometerse en una iglesia viva, fraterna, misionera. La peña todavía les mira, no la defrauden…Cambien el relato, den esperanza, dejen los viejos tics autoritarios y asuman una fraternidad auténticamente compartida.

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