El grupo de Homicidios de la Brigada de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía de Valencia tiene varias líneas abiertas tendentes a la localización y detención del asesino del canónigo emérito de la catedral de Valencia, Alfonso López Benito, una de ellas llamada la de la triangulación del móvil sustraído en el domicilio del eclesiástico, así como la de los móviles de determinados sospechosos que vayan surgiendo en el transcurso de las investigaciones, pues aunque de momento es uno el más marcado, por si acaso no se cierra el foco sólo sobre él.

El método de la triangulación suele ser muy usado por este grupo policial y les ha dado muchos y muy buenos resultados, incluso sus estudios y certificaciones han llegado a servir de prueba ante los Tribunales, por haber situado a los sospechosos en el lugar del crimen y a la hora de la perpetración del mismo. 

La geolocalización es la capacidad de conocer la posición geográfica (coordenadas) o ubicación de un objeto: teléfono, tableta, ordenador, coche… a través de  las torres o antenas de telefonía móvil,  responsables de que nuestros teléfonos tengan cobertura y puedan llamar. Teniendo en cuenta a aproximación a las torres de telefonía, el tiempo que tarda la señal en ir de torre a torre y la fuerza de la señal, se puede calcular la localización de nuestros dispositivos, pudiendo tener un margen de error de hasta 200m como mucho-

Los cuerpos de seguridad del Estado piden en muchas ocasiones la localización exacta de un teléfono móvil. Sólo el gobierno o el proveedor de telefonía móvil puede llevar a cabo una triangulación. Esta forma de trazado es muy fiable y se utiliza mucho por las Fuerzas de Seguridad del Estado, no es necesario tener GPS o cualquier otra cosa por el estilo, sólo es necesario que el dispositivo se conecte a una antena de telefonía móvil.

Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado pueden solicitar a las compañías telefónicas la relación de IMEI e IMSI que hayan estado en las mismas zonas y horas donde se han producido delitos con el mismo modus operandis  y si hay coincidencias notables, solicitar la respectiva orden judicial para identificación de los propietarios de dichos terminales. En muchas investigaciones se ha “adivinado” dónde han estado las personas que son objeto policial mediante el cruce de datos: dónde han apagado el teléfono, dónde lo han encendido y las rutinas que generalmente mantienen.

Otras vías de investigación

Aunque tienen muy centrado al posible autor del hecho y están en su búsqueda, como se hace siempre, la Policía tiene abiertas otras líneas de pesquisas, para lo que está solicitando colaboración, una de ellas recabar datos de una serie de jóvenes que a través de Facebook suele entrar en páginas de sacerdotes y religiosos solicitándoles amistad sin motivo de peso alguno, como manera de acceder a ellos, especialmente cuando éstos son sacerdotes mayores, de cierta edad, solitarios, jubilados  o necesitados de compañía. Hay jóvenes, por lo general que no tienen nada que perder, o simplemente no tienen nada, que juegan a ganarse las amistades de los clérigos, su favor o afecto. 

Recuérdese que no hace mucho tiempo hubo un escándalo con un joven latinoamericano que se granjeó la amistad de un pastor evangélico a quien intentó chantajear o extorsionar mediante la simulación de una relación afectiva. Hay sacerdotes que con gran facilidad aceptan y abren la puerta en su lista de amistades de o distintas redes sociales como una manera de acercarse personalmente y aprovecharse de ellos en su buena fe.

Silencio del arzobispado

   Ayer el mundo eclesiástico valenciano estaba revolucionado, los teléfonos no cesaban todos intercomunicándose la noticia y los comentarios. Todos buscando información. Mientras tanto, el Arzobispado guardó un mutismo absoluto. El prelado, Enrique Benavent, siquiera hizo mención a ello en la homilía de la Misa que presidió en la Real Basílica de la Virgen de los Desamparados con motivo del Día de los Periodistas, san Francisco de Sales, ni mencionó el nombre de la víctima en el memento de difuntos, donde sí se nombró a los periodistas muertos este año.

“Nuestro esfuerzo y objetivo es construir un mundo donde haya comunicación y, por tanto, comunión entre las personas, y esa comunión se conseguirá si nuestras palabras son siempre para el bien y dichas con amor, y también si acogemos las que nos llegan con un corazón sencillo y humilde”, dijo a los periodistas presentes.

Sigue sin abrir la boca el Arzobispado –es así la política de comunicación de la casa- sobre el caso, exceptuado el extraño y apresurado comunicado, de escasas líneas, frío y distante, como si no fuera con la institución la cosa. Lo sucedido es uno de los primeros problemas fuertes con los que ha de enfrentarse el nuevo arzobispo que estaba en pleno período de extensivo aterrizaje, cumpliendo su primera etapa introductoria. Y siempre un caso de este tipo provoca perturbaciones en la rodadura. 

Se está a la espera de la práctica de la autopsia y de la autorización del Juez de Instrucción al que por reparto haya correspondido el luctuoso suceso para su enterramiento, el cual se hará de la forma y modo que desee la familia, aunque la costumbre es de que previamente haya un solemne funeral en la catedral, el cual sería anunciado con esquelas en los periódicos. Para el caso que lo desearan, la sepultura puede ser en el Panteón de Canónigos del Cementerio General de Valencia.