Se mocionó y quedó impactado por el recibimiento que se le ha hecho en Orihuela Munilla lloró cuando el Nuncio le entregó el báculo de obispo de Orihuela-Alicante

Munilla, a lomos de la mula
Munilla, a lomos de la mula

Las comunidades neocatecumenales se hicieron de notar a lo largo del recorrido del cortejo en que el nuevo Obispo entraba a lomos de mula roma en la ciudad

La acogida fue a la manera valenciana con músicas, tracas, vítores y las galas de las grandes solemnidades

Se le veía muy emocionado a gusto, aplomado, relajado, ni siquiera le inquietó cabalgar “Bartola”, una mula roma, hija de burra, alcoyana

En otro punto de la ciudad, distante del cortejo, feministas y lgtb, un centenar, hicieron una concentración de protesta contra Munilla.

José Ignacio Munilla  Aguirre se emocionó con el recibimiento que los de Orihuela le tributaron este sábado en que hizo su entrada solemne en la que es la sede histórica de la Diócesis de Orihuela Alicante. Tal vez no se esperaba la calidez de sus nuevos diocesanos, muy distintos a los de su anterior Diócesis. Cuando el Nuncio le entregó el báculo como pastor de su nueva Diócesis lloró. Una niña le ofreció un ramo de flores con los colores de la heráldica pontificia.

Se le veía muy emocionado a gusto, aplomado, relajado, ni siquiera le inquietó cabalgar “Bartola”, una mula roma, hija de burra, alcoyana, que buscó el Ayuntamiento a través de su proveedor de dromedarios de las cabalgatas de Reyes, Peluca.Campanas, tracas, banda de música y un coro de los neocatecúmenos fueron los primeros honores para el 37 obispo de esta Diócesis creada en 1566 y cuya sede fue trasladada a Alicante en 1963 siendo obispo Pablo Barrachina. A pesar ello, se respeta la historicidad de Orihuela y el acto protocolario de entrada se realiza en esta ciudad donde siempre fue fiesta el día de la entrada del Obispo, con cuyo motivo se celebraban grandes festejos, taurinos incluidos, hasta que un obispo valenciano, José Tormo, en el siglo XVIII las suprimió, colgándosele el sambenito de obispo aguafiestas.

Munilla, en la mula
Munilla, en la mula

Munilla cabalgó a lomos de mula más de un kilómetro entre vivas de la gente apostada a lo largo de carrera. Un fuerte dispositivo policial, con la caballería de la Policía,  fue situado estratégicamente en prevención de posibles incidentes, pues un colectivo feminista y un colectivo lgtb había convocado una manifestación, que quedó en simple concentración de protesta contra Munilla a la que acudieron un centenar de personas, casi todas ellas mujeres sin mayor importancia. La reunión, que duró una hora, fue frente al ambulatorio, distante dos kilómetros del paso del cortejo. No hubo nada que resaltar  de la misma y un coche patrulla con cuatro policías nacionales que les observaban no tuvieron que intervenir. Se disolvió cuando la comitiva del Obispo aún no había llegado a entrar en la catedral.

Colectivo lgtbi, contra Munilla
Colectivo lgtbi, contra Munilla

El alcalde, la corporación municipal, autoridades civiles y militares les esperaron a su llegada a la Puerta de la Olma, donde había gran número de kikos gritando y vitoreando al nuevo prelado, se hicieron de notar mucho a lo largo de la carrera del cortejo las comunidades neocatecumenales,  con carteles donde estaba escrito el lema episcopal de Munilla “En ti confio”.   Munilla llegó ante la puerta de la Olma o del Angel el pertiguero que conducía la mula llamó y les respondió el alcalde: Quien va, contestando el pertiguero: El Obispo que ha de entrar en Orihuela, momento en que fueron abiertas y accedió montado Munilla.

Flores para Munilla
Flores para Munilla

A continuación ingresó en el antiguo Convento de Santo Domingo, llamado el escorial levantino, hoy colegio diocesano, y pasó a rezar en una ermita colindante a la casa del poeta  Miguel Hernández, situada a manera de puente sobre la calle, donde enero a la patrona de Orihuela, la Virgen de Monserrate. Desde esta ermita predicó san Vicente Ferrer,cuenta la tradición.

La celebración eucarística fue presidida por el Nuncio de Su Santidad en España, Bernardito  Auza,   y concelebraron con él el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, 30 obispos y numerosos sacerdotes de la Diócesis. Al comenzar, el obispo dimisionario administrador apostólico, Jesús Murgui, hizo la introducción. Recordó que desde el primitivo cristianismo las tierras alicantinas tuvieron dos sedes episcopales, la de Elche y Elda, pasando en el siglo XVI a ser la de Orihuela.

Habló después el Nuncio Auza quien agradeció a Murgui por la labor pastoral que desarrrolló en Orihuela-Alicante. De Munilla dijo que estaba dispuesto a estar con todos  especialmente los más necesitados y en la confianza de Dios Le dio su enhorabuena y encomendó su ministerio pastoral a la Virgen. Que el Señor bendiga a nuestro nuevo Obispo.

El Nuncio ordenó que se presentara las Letras Apostólicas al colegio de consultores y que fueran leídas, lo que hizo el canciller de la Curia. El texto daba cuenta de que  habiendo desempeñado con diligencia el cargo de Obispo en San Sebastián el Papa le nombra Obispo de Orihuela Alicante animándole a que con toda sus fuerzas evangelice. Posteriormente le entregó el báculo, momento en que Munilla lloró, recibiendo una larga ovación  de los asistentes al acto. Tras el acto de obediencia de los representantes de la Diócesis prosiguió la celebración eucarística con el canto del Gloria.

Munilla, en Orihuela
Munilla, en Orihuela

Homilía del nuevo Obispo

En su primera homilía, Munilla dijo que estaba conmovido, impactado, por la acogida que le habían dispensado en Orihuela, y entendía que a quien se acogía era a Jesús. Pidió que compartieran con él un viva a Jesús, a la Virgen y a la Faz Divina (Santa Faz). Recordó unos recientes mensajes suyos en redes y entre otras cosas dijo:

 “Baila como si nadie te estuviera mirando, trabaja como si no necesitaras dinero. Solo viviendo en presencia de Dios es lo que importa. Ama como si nunca te hubiesen herido. Nuestra cultura produce muchas heridas, el corazón no es de quien lo rompe, sino de quien lo repara, Jesús. El amor y la esperanza cristiana lo reinicia y repara todo. Amar a fondo perdido no es de tontos, sino de sabios. No es fácil, vivimos en una sociedad crispada. Basta asomarnos a twitter. En la actualidad se intenta imponer el pensamiento único. Este es nuestro ideal amar a todos incondicionalmente. Estamos llamaos a presentarnos al mundo con la fuerza del Espíritu Santo. La pobreza evangélica se refiere a todo apego que nos impida amar a Dios. La tarea de la evangelización es competir por el último puesto, por servir a los demás humildes. Jesús, Jesús, Jesús, el único que puede salvarnos. Encomiendo este ministerio a la Virgen María, a san Ignacio de Loyola y a san Vicente Ferrer. Seremos un solo corazón y una sola alma”. La homilía fue ovacionada por los presentes”.

Munilla, en Orihuela
Munilla, en Orihuela

Primero, Religión Digital

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