Juicio por el viaje del Papa Benedicto XVI a Valencia Suspendida la sesión en la que debía declarar el cerebro de la trama Gürtel

Correa, en el centro, primera fila
Correa, en el centro, primera fila

Francisco Correa fue trasladado a un hospital presuntamente afectado por una hernia inguinal.

Este jueves prosigue la vista oral con la declaración de Juan Cotino.

La sesión prevista para hoy de la vista oral que se sigue en la Audiencia Nacional por la visita del Papa a Valencia fue suspendida al manifestarse estar indispuesto el líder y cerebro de la trama Gürtel, Francisco Correa, quien ha sido trasladado de urgencia a un centro hospitalario,  presuntamente afectado por una hernia inguinal, según ha informado el periódico Levante-EMV de Valencia, a través de su enviado especial destacado en el juicio, Juan Nieto Ivars, vista que se sigue por los estragos de dinero público que algunos hicieron con motivo de la visita del Papa Benedicto XVI a  Valencia en 2006.

Correa tenía que declarar en la mañana de este miércoles, pero ha sido derivado a un centro hospitalario para ser tratado de urgencia. "El señor Correa ha tenido un problema de salud grave. Lo hemos visto en una situación de urgencia vital. Debido a ello, vamos a suspender durante el día de hoy las sesiones, ha comunicado a las partes el presidente del tribunal, José Antonio Mora. Posteriormente, el Magistrado ha informado que mañana jueves proseguirán las sesiones del Juicio con la declaración de Juan Cotino, exconseller del PP valenciano.

El objeto del juicio es el contrato que Radiotelevisió Valenciana (RTVV) adjudicó para la visita del papa a València. La Fiscalía Anticorrupción concluyó que Gürtel se escondió en la constructora Teconsa para obtener la adjudicación del servicio de pantallas y equipos de sonido, cuyo coste se elevó a 7,4 millones de euros (con IVA) pese a que se valoró en poco más de tres. Ya ha declarado el ex director general de RTVV Canal 9, Pedro García, quien reconoció los hechos mediante un pacto con la Fiscalía y se ha comprometido a reparar el daño causado a cambio de beneficios penitenciarios. Este ha declarado que fue el presidente valenciano, Francisco Camps, de quien dependía la televisión autonómica que él dirigía, quien le llamó y le dijo que “no dijese a nada que no”, ni pusiese “impedimento alguno” a todo aquello que le plantease la organización del evento. Un poco más tarde le llamó el entonces consejero de comunicación y hoy eurodiputado del PP, Esteban González Pons, quien   le dijo que “Álvaro Pérez estaba muy enfadado”, porque “le habían dejado fuera de la organización” de la visita del Papa a Valencia y  “había que darle servicio”. Y le dijo “que el tema de las pantallas y de la megafonía se le adjudicase a él”.

La Cadena SER se ha puesto en contacto con fuentes de la Fiscalía Anticorrupción que estudiarán la apertura de un procedimiento penal por estos hechos contra el eurodiputado del Partido Popular por esa adjudicación ilícita.

El exdirector general de RTVV también ha revelado que fue el hoy fallecido arzobispo de Valencia, Agustín García Gasco, quien insistió en que fuera Canal 9 la poseedora de los derechos de emisión de la señal del evento. Ha afirmado que “la Iglesia temía una manipulación política” de la señal de televisión del acto,  si se encargaba del mismo RTVE, dado que en aquellas fechas, el año 2006, gobernaba la nación el PSOE de Zapatero. Por ello prefería que fuese la televisión de una comunidad como la valenciana, gobernada por el PP, quien controlase la señal.

Por su parte, Álvaro Pérez 'El Bigotes' ha afirmado que el exconsejero de Agricultura, Juan Cotino, era quien lo “controlaba todo” por orden de Francisco Camps. Según Pérez, Cotino era quien decidía qué empresas y cuántas iban a trabajar en el evento, y sobre su adjudicación.

No faltó el surrealismo en el juicio. Álvaro Pérez, quien por cierto ha asegurado que de lo único que se arrepiente es de “no haber convencido” a Francisco Camps para que declarase la independencia de la Comunitat valenciana, porque hoy, dice “sería un héroe”, ha asegurado además que las mismas empresas que fueron condenadas por la financiación ilegal del PP en Valencia a cuenta de la Gürtel, también estuvieron vinculadas con la visita del Papa. Eran Gerardo Camps, Rita Barberá y Víctor Campos quienes les pidieron pagar el evento a cambio, supuestamente, de las obras públicas que obtenían de la administración valenciana gobernada por el PP.

Un total de 13 implicados ya han admitido su participación en la trama y han comenzado a señalar a los máximos responsables de esta presunta operación ilícita de la red de corrupción. Por supuesto, los nombres de los cabecillas —Francisco Correa; Álvaro Pérez, El Bigotes; y Pablo Crespo— se han puesto sobre la mesa. Pero varios han apuntado al Gobierno de Francisco Camps (PP). Han destacado dos personajes: el propio expresidente del Ejecutivo valenciano y Juan Cotino, expresidente de las Cortes Valencianas, vicepresidente de Camps y director general de la Policía Nacional con José María Aznar.

 El primero no está acusado en esta pieza instruida en la Audiencia Nacional, pero sí en otra donde se encuentra pendiente de juicio en un Juzgado de Valencia al señalarle varios implicados en el juicio sobre la caja b del PP valenciano.

 A Cotino se le otorga, en cambio, un papel clave. Según la Fiscalía Anticorrupción, que pide 11 años de cárcel para él, “impulsó activamente" y “gestionó de facto” la contratación [irregular] de los actos programados para la visita del Papa. Y lo hizo “pese a no ostentar cargo alguno en la Fundación de la Comunidad Valenciana V Encuentro Mundial de la Familia (organizadora del evento) ni formar parte de sus competencias como conseller”.

 “Cotino lo llevaba absolutamente todo [de la organización de la visita del Papa]. La última palabra en todo la tenía él”, ha recalcado El Bigotes, que ha señalado también explícitamente a Camps. “[El presidente] era mi contacto en Valencia”, ha asegurado durante su declaración, durante la que Correa no ha parado de llevarse las manos a la cabeza. En su testimonio han destacado frases como: “Me dirigí a Camps y le dije que me gustaría participar de alguna manera”; “le pedí ayuda”; “Camps me dijo que qué podía hacer. Le dije que me podía encargar de la luz y el sonido. En principio, parecía un regalo, pero era un marrón. Y me lo dieron...”.

Uno de los acusados, Óscar Fragio, administrador de una de las sociedades usadas en la trama y que ha admitido que se “inflaron facturas”, ha asegurado que el antiguo vicepresidente valenciano participó en reuniones: “Álvaro Pérez me lo presentó como el responsable, como el organizador, como 'el que manda en todo esto”. “Cotino me recibió porque sabía que yo era una persona protegida y reconocida por Camps”, ha apostillado El Bigotes.

 En total serán 22 los acusados que deberán responder ante en la Audiencia Nacional. La Fiscalía Anticorrupción pedía inicialmente por estos hechos 38 años y tres meses de prisión para Correa; un año menos de cárcel para el que fuera su ‘número dos’, Pablo Crespo, y el responsable de Orange Market (empresa de la Gürtel en Valencia), Álvaro Pérez. En cuanto a Cotino, pide 11 años de cárcel para él, mientras que la mayor pena de prisión la solicitada para el exdirector de RTVV, Pedro García Gimeno, quien se enfrentará de no culminarse el pacto a 40 años.  Éste se llevó a casa una mordida de 500.000 euros.

Los acusados participaron en una operación en la que beneficiaría a empresas  de la trama Gürtel siendo el  “pago con cargo a fondos públicos” mediante “facturas falaces de servicios inexistentes”. Así, obtenían un beneficio “personal” con cargo al erario público mediante la entrega de gratificaciones a funcionarios y autoridades, enmascarando sus ganancias a través de un entramado de empresas y testaferros y aprovechando los “estrechos” contactos que ‘el Bigotes’ tenía con el entonces director de RTVV.

Cotino fue agasajado con un chaquetón de la marca Milano valorado en 375 euros y Gacía Gimeno consiguió prendas de vestir por importe de 3.550 euros y un coche de la marca Mini valorado en más de 30.000 euros, señala la Fiscalía en su escrito de conclusiones provisionales. Además, destaca que entre los distintos repartos de comisiones, el líder de la Gürtel, Correa, el ahora de la hernia inguinal, recibió 1,49 millones de euros; Crespo, de 166.000 euros y ‘el Bigotes’ y García Gimeno se hicieron con medio millón de euros.

La Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional tenía previsto  iniciar los interrogatorios de los acusados en la primera sesión del juicio y que terminen de declarar el próximo día 16 de marzo. Así, la idea es que un día después, el 17 de marzo, comiencen a comparecer los testigos, muchos de ellos investigados por un juzgado de Valencia por las presuntas irregularidades en las contrataciones de la Fundación V Encuentro Mundial de las Familias (FVEMF) _acusada como partícipe a título lucrativo_ para la visita del Papa y que se derivó de la causa que instruyó el juez José de la Mata.

Es el caso de Francisco Camps, que además está procesado también en la Audiencia Nacional por supuestos amaños en la adjudicación de la Generalitat valencia a Orange Market en la edición de Fitur de 2009; del ex vicepresidente del Consell Víctor Campos, condenado a pagar una multa de 9.600 euros en la causa de los ‘trajes’; y el expresidente de la Diputación Fernando Giner.

El juicio prosigue este jueves con la declaración de Cotino y puede se prolongue hasta el mes de junio, a no ser que salga otra hernia inguinal, el cornavirus  u ocurrencia varia dilatoria. En el mismo depondrán un centenar de testigos, entre ellos, Francisco Camps, ex presidente de la Generalitat Valenciana, cuatro obispos que fueron auxiliares de Valencia y un cardenal Nuncio en España, en aquella época.

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