La moción de Pedrito.

La moción de censura de Pedro Sánchez me ha pillado por sorpresa, pero viéndola por todos los lados, me parece muy precipitada para los intereses del país. No dudo que hay que echar a Mariano Rajoy, pero la moción significa que el Congreso debe elegir entre Rajoy o Sánchez, entre un gobierno débil y un gobierno aún más débil. Si al primero le costó aprobar unos presupuestos, al segundo esa tarea le va a ser casi imposible salvo una bajada generalizada de los pantalones. El resultado será como mucho dos años desastrosos, y un Pedro Sánchez a merced de Pablo Iglesias, porque sin Pablo Iglesias la verdad es que Pedro Sánchez es nadie y su gobierno sería etéreo.

Para que Pedro Sánchez pudiera presentar una moción, requeriría una negociación previa con Ciudadanos y PODEMOS, negociación en la que ambos partidos quedasen políticamente vinculados a una serie de políticas de media legislatura. Pero Pedro Sánchez ha decidido ser presidente por sorpresa, sin comprometer a nadie en una legislatura, y como no hay compromiso cada cual tirará por libre o le dejarán en evidencia. El desastre para el PSOE sería mayúsculo.

Por otra parte, Pedro Sánchez ya ha acreditado su incapacidad absoluta para ejercer el cargo de presidente del gobierno. En dos ocasiones se ha puesto de vacaciones de manera inoportuna, una cuando se negociaba la formación del segundo gobierno de Rajoy, que no se entendía que se fuera de vacaciones mientras todos sus rivales hacían política. La segunda es cuando expulsado de la dirección de su partido, se fue de vacaciones otra vez dejando a los suyos partiéndose la cara por defenderlo. Pero como líder del partido más importante de la oposición, ha sido un personaje ausente y desaparecido, más incluso que Rajoy quién por lo menos tenía obligaciones de presidente del gobierno y triste era no comprender que debía dar un poco más la cara ante la prensa. En el caso de Sánchez, tiene casi todo el tiempo del mundo (ya que no es ni diputado) y apenas se le veía por algún lado.

Me entristece pensar que ni Rajoy ni Pedro están a la altura de gobernar España, y creen que resistir o ponerse de presidente a la fuerza van a ayudar en algo a la nación. Lo que si es seguro, es que mientras uno se está terminando de quemar en la presidencia, el otro que ya se ha quemado en la oposición, espera requemarse aún más de presidente, y mientras la multitud de problemas de los españoles siguen sin resolverse. Pero el principal problema, que está al alcance de todos nosotros que es las urnas, ni uno solo de estos dos pájaros quiere pasar por ellas porque saben que los vamos a desplumar y hacer culpables de su gestión de gobierno y oposición. Una pena que no nos dejen a nosotros la solución de las urnas.
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