Comenzamos a soñar con los Cuentos Laudato Si’

Es hora de soñar la Casa Común, es hora de dirigir nuestros anhelos hacia la construcción de una Nueva Creación, es hora de aportar desde el deseo, en la transformación de un mundo como el que sueña el papa Francisco. Necesitamos obras; pero con las obras está ese anhelo que nos hace soñar, que nos invita a la contemplación, que nos detiene para tomar un primer aliento en esta larga carrera por un ‘Plan de Resurrección’.

Esa es la propuesta del Comité organizador del 1er. Concurso de Cuentos Laudato Si’ 2020-2021, ‘Soñemos Nuestra Casa Común’. Una propuesta surgida en la encomiable labor que muchas instituciones, comunidades, individuos ya vienen realizando, impulsados por la fuerza de la Carta Encíclica de Francisco: El Movimiento Católico Mundial por el Clima, La Revolución Franciscana Laudato Si’, las comisiones pastorales de Ecología en las diócesis, las fundaciones para el cuidado de la Casa Común, pero también individuos, que en el silencio de sus hogares, hacen la tareas, sabiendo que la suma de muchos no solo lleva a grandes resultados, sino que además los hace comunidad, en y con la Casa Común.

Niños, jóvenes y adultos están llamados a vincularse, y la misión que ya estén cumpliendo en el cuidado de la casa Común, seguro será fuente de inspiración, pues no solo soñarán, sino que también ‘recordarán’, y nos narrarán desde las vivencias, desde los hechos, no desde las ilusiones vacías de compromiso.

Religión Digital, publica continuamente noticas, reportajes y especiales sobre tantas buenas obras que cuidan la Casa Común; invitamos a esas mismas personas, instituciones eclesiásticas o no, congregaciones religiosas, comunidades o individuos a soñar y con los sueños a preparar sus cuentos, para que soñemos con ustedes y los hagamos realidad con ustedes también.

Solo el sentido de pertenencia despierta tantos anhelos: pertenencia a la Casa Común, pertenencia al compromiso para responder, pertenencia a la humanidad sedienta de verdad, esa Verdad que nos invita a beber desde las fuentes de una humanidad unida a la Creación, como lo experimentó el Pobre de Asís.

Iberoamérica, se une en torno a un sueño: ‘Soñemos Nuestra Casa Común’, escribiendo cuentos sobre nuestros anhelos. Niños jóvenes y adultos, sin abismos intergeneracionales, solo puentes, puentes soñados.