Logra 38 millones, frente a los 17,5 del año anterior El Banco Vaticano duplica sus beneficios en un año

Nuevos estatutos para el Banco Vaticano
Nuevos estatutos para el Banco Vaticano

Con casi 15.000 clientes y 100 empleados concentrados en la sede única ubicada dentro del Vaticano, el IOR alcanzó al 31 de diciembre pasado depósitos por 5.100 millones de euros, una subida de casi 100 millones frente al año anterior

"El Instituto está monitoreando constantemente la evolución de la situación ligada a la difusión de la Covid-19 a nivel mundial"

Es el primer informe en el que han intervenido revisores externos, en una apuesta por la transparencia y la independencia

El Instituto para las Obras Religiosas (IOR), conocido como el Banco del Vaticano, logró duplicar sus utilidades en 2019, dejando 38 millones de euros para las arcas del papa Francisco y sus obras en la Iglesia universal.

Con casi 15.000 clientes y 100 empleados concentrados en la sede única ubicada dentro del Vaticano, el IOR alcanzó al 31 de diciembre pasado depósitos por 5.100 millones de euros, una subida de casi 100 millones frente al año anterior. 

Según comunicó este lunes la entidad bancaria, el año pasado logró duplicar las utilidades netas, como "resultado del proceso de inversión basado en el riesgo y coherente con la ética católica aplicada a la gestión de sus activos".

Según informó la Santa Sede, además, el Instituto mantiene un alto nivel de liquidez con un índice de cobertura de liquidez de LCR del 443% y un índice de financiación de NSFR estable del 1008%.

De acuerdo al informe, los gastos en sueldos de presonal bajaron desde los 11.144.601 euros en 2018 a los 10.477.366 en 2019.

El IOR en tiempos de pandemia

Si bien el balance difundido hoy corresponde al año 2019, el IOR informó que monitorea la evolución del mercado internacional creada por la pandemia de coronavirus.

IOR, Banco Vaticano

"El Instituto está monitoreando constantemente la evolución de la situación ligada a la difusión de la Covid-19 a nivel mundial", informa uno de los párrafos del informe. 

"Desde la segunda semana de marzo se suspendió el acceso al público continuando de todos modos a garantizar la ejecución de las disposiciones de los clientes hechas por vía telemática, postal y a través de las Nunciaturas", agrega el informe. 

El debut de los revisores externos

El de este lunes fue el primer balance del IOR luego de que, en agosto pasado, el papa Francisco diera a conocer el nuevo estatuto para el IOR, con el que, entre otras modificaciones, impuso la obligatoriedad de revisores externos para las cuentas de la institución.

Con un quirógrafo (decreto papal) de 32 artículos, el pontífice estableció nuevas directivas sobre el funcionamiento, estructura y competencias del IOR, con una apuesta por la transparencia y la independencia de su organigrama.
Así, el artículo 26 del nuevo estatuto establece que "la revisión legal de las cuentos es ejercida por un revisor externo (persona física o sociedad), nominado por la Comisión Cardenalicia, a propuesta del Consejo de Superintendencia, por un período de tres ejercicios consecutivos, renovable una sola vez". En el estatuto anterior, que había sido establecido por san Juan Pablo II en 1990 no se establecía la obligatoriedad de que los revisores fueran externos a la estructura del IOR.

Torre de Niccolò V, sede del IOR
Torre de Niccolò V, sede del IOR

Además, en el nuevo artículo 27, se otorga al revisor externo la potestad de examinar "todos los libros y documentos contables", algo que tampoco figuraba en el estatuto anterior. 
Con el cambio de exigir revisores externos, el quirógafo de Francisco modifica además la estructura del IOR, que hasta ahora incluía a los revisores y que a partir de hoy quedará únicamente integrada por una comisión cardenalicia, el Prelado, el Consejo de Superintendencia y el Director.
En ese marco, en búsqueda también de mayor control, el papa Francisco amplió de cinco a siete los miembros del Consejo de Superintendencia, que al igual que el resto de los cargos permanece con una duración de cinco años. 
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