"Señor hazme justicia..." Padre universal, Dios de todos... Oración con migrantes y refugiados

Padre universal, Dios de todos... Oración con migrantes y refugiados
Padre universal, Dios de todos... Oración con migrantes y refugiados Jose Moreno Losada

En el encuentro de centenares de fieles diocesanos, migrantes y miembros de las comunidades parroquiales, el grupo de "Café con amor" de los Santos de Maimona fue el encargado de elaborar la oración de petición de los fieles en la Eucaristía. Lo hicieron con sencillez y con luz. Águeda me hace llegar su escrito, que le he pedido para que muchos podamos orar con sus palabras y sus sentimientos que allí expresaron migrantes que forman parte del grupo de lectores de su comunidad parroquial.

Oracion

ORACIÓN CON LOS MIGRANTES

Así fue la oración sencilla de petición en la eucaristía del encuentro de interdiocesano con motivo del día de la migración y los refugiados, “migrantes, misioneros de esperanza”.

Padre Universal, Dios de todos, hoy reunidos en fraternidad te pedimos por la Iglesia. Deseamos que sea siempre un hogar abierto a todos los pueblos, sin fronteras ni exclusiones, y refleje el amor de Dios que acoge y acompaña a cada persona en su camino.

Dios creador y señor del mundo hoy más que nunca necesitamos tu gracia y tu espíritu para que inspire a los líderes políticos y a todas las naciones para que trabajen juntos en la construcción de un mundo más fraterno, donde reine el respeto, la solidaridad y la esperanza, enraizados en la justicia verdadera y en la paz real.

Señor de la justicia y de la equidad, tenemos hambre y sed de justicia.  Contemplamos a los más pobres y débiles de nuestro mundo y necesitamos volver a encontrarnos para que en nuestra sociedad nadie quede olvidado, y cada uno de nosotros sea instrumento de generosidad, compartiendo lo que tenemos con espíritu de amor y justicia.

Hermano universal de la Humanidad, en esta asamblea de comunión con la migración y los refugiados de nuestras parroquias imploramos que todos los migrantes encuentren acogida, seguridad y oportunidades en esta tierra que ahora los recibe, y que sus historias nos ayuden a reconocer el rostro de Cristo en cada persona. Ojalá nuestras comunidades respondan con verdad al título de “comunidades acogedoras y misioneras”.

Hoy, desde el mayor dolor ante los conflictos y masacres del mundo, te rogamos para que cesen los conflictos, las guerras y las divisiones, que el Espíritu Santo nos impulse a construir sociedades basadas en la dignidad y la equidad. Queremos oír con fuerza tu llamada a la conversión para que seamos trabajadores de la Paz en medio del mundo.

Dios de la vida y la eternidad, no queremos olvidar en nuestro encuentro y presentar ante ti a todos los mártires que han acabado sus vidas en la huida desesperada, en las aguas del mar, en los campos de batalla, en el hambre y el desierto de sus propias tierras. Recíbelos en tu reino de luz y de paz y enséñanos a vivir en la esperanza de esa patria definitiva de fraternidad universal a la que nos llamas y que nos prometes en tu amor infinito.

Te lo pedimos por Jesucristo, el compasivo fiel, que se hace presente en los que sufren y que nos recuerda hoy al consagrar este pan y este vino, que fue forastero en el forastero, migrante en el migrante, pobre en el pobre, y todo en todos. Por los siglos de los siglos.

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