Amigas de Dios y entre ellas, mujeres de parroquia y de barrio Satu en el cielo y mi madre abrazada a ella...

Uno de los gozos que puede tener un hijo es ver a su madre rodeada de amigas con las que comparte y celebra la vida con la mayor sencillez y con gran alegría. Mi madre vino a vivir conmigo a Badajoz, dejando su pueblo Granja de Torrehermosa, y en poco tiempo la ví rodeada de personas, organizadas sus relaciones por ella misma sin mi concurso. Todo un mundo de relaciones graciosas y agraciadas, entre ellas una mujer que sobresalía en el trato era Satu. Ha vivido hasta hoy ... ciento y un años. Toda una historia de amor y de humildad, callada y profunda, activa y entregada.... mujer de Iglesia y de Barrio, fecunda y referetne.
| José Moreno Losada
UNA MUJER ENTRAÑABLE

Me ha dado rabia… esta tarde entro en las ondas del Facebook y descubro una esquela que me duele, es de Satu, en mi casa conocida como la amiga de mi madre. Miro para poder ir al velatorio y a su despedida y veo que ya ha sido el entierro. Por eso, aunque sea por este medio necesito expresar lo que siento y unirme a su familia de corazón a sus hijos y a sus nietos. Han sido ciento y un años de gracia y de amor.
Todo comenzó en una excursión a Fátima, mi madre recién llegada a vivir conmigo en Badajoz se sumó a esta peregrinación en la parroquia de san Fernando. Ella era de carácter alegre y deseaba ir hasta la virgen y convivir con las personas del barrio. Al asignar las habitaciones coincidió con Satu, se lo pasaron en grande, con sus pantuflas de lana para no pasar frio en la cama… se reían de todo. En la celebración las eligieron para que fueran con un parasol litúrgico acompañando al sacerdote que daba la comunión y se sintieron privilegiadas. A partir de ese momento su unión fue de uña y carne.
En mi casa Satu era de familia y mi madre conocía a toda su familia y entraba en su casa como en la propia. Desde ahí yo la conocí como mujer creyente, parroquiana fiel, lectora, guía del rosario, en las mujeres de la legión, en las viudas, en el salón de los mayores… en la copita después de la misa, en el paseo, en las peregrinaciones… Una mujer de bandera.
Viviendo una viudez fecunda, en el gozo de sus hijos, junto a sus éxitos y fracasos, en el dolor del hijo perdido...con el acompañamiento a los nietos de modo radical, en la vecindad y en su generosidad.
Mi madre estuvo bastantes años sin poder salir de casa por la enfermedad ella fue acompañante fiel y cercana, que la mantenía en contacto con todas las cosas del barrio y de la parroquia. Cada vez que venía me madre recibía un subidón de alegría y de ánimo y me refrendaba a mí la grandeza de esta mujer, su equilibrio y serenidad, su saber estar y agradar, llena de sencillez y de humildad.
Y además, tengo que reconocer, que me ayudaba en mi autoestima de modo extraordinario, no había escrito mío en el periódico hoy que no me lo aplaudiera y que no me dijera lo que le había gustado. Me confirmaba que lo entendía todo perfectamente y que le encantaba las cosas de las que escribía y cómo lo hacía, en especial si era algo dedicado a mi madre.
Esa es la razón por la que no puede dejar de hablar y de decir a sus hijos y familiares queridos, así como a la comunidad parroquial de San Fernando que los felicito por esta mujer de Dios, tan humana y encarnada en su realidad de barrio y de parroquia.
Hoy he traído dos rosas que me han regalado en el convento de Talavera para ponerla junto a la foto de mi madre… premonitorio del encuentro de estas dos amigas en el cielo. No me puedo imaginar la algarabía que se habrá formado al entrar Satu, con qué alegría la habrán recibido tantas personas queridas y tantas compañeras de esta comunidad cristiana y de este barrio sencillo de la estación.
Rezo en esta tarde contemplando y recordando su rostro ante el Sagrario, rezando el rosario, leyendo la Palabra de Dios, en las reuniones... en la calle, en su balcón, etc.... y me alegra pensar en su presencia en el cielo en el descubrimiento total y luminoso ce Cristo y de su Madre la virgen María. Y le pido que abrace a mi madre y que siga intercediendo y rezando ante el Padre Dios por todos nosotros.
