Ir a Madrid y volver...

En el mismo vagón del tren cuando vengo de regreso, siento el deseo de compartir lo que ha sido el encuentro de las comisiones permanentes de los distintos movimientos de la Acción Católica española, tanto la general como la especializada. Los ochocientos kilómetros en el lento tren encuentran su justificación en la vivencia de una fraternidad y de una misión que nos sigue descubriendo pobres y débiles, a la vez que afortunados por ver y oír lo que lo que estamos viviendo en los distintos movimientos en los militantes de cada uno de ellos. Así lo hemos vuelto a sentir y celebrar hoy.

Encuentro de la familia de A.C. E.

Algunos nos encontrábamos ya en la tarde-noche anterior y nos abrazábamos en la familiaridad que nos une. Compartimos el hogar que está destinado a los consiliarios generales en Madrid, siempre abierto con el corazón de Jorge Hernández que lo cuida y nos acoge con un sentido fraterno que nos agrada y nos bendice. Anoche también llegaba él de Canarias.

En la mañana, un desayuno de propios con churros y chocolates, tras el rezo de Laudes, y desde ahí a la sede de los movimientos en Alfonso XI, referencia de la federación de los movimientos que tratamos de llenar de vida.

La algarabía de la llegada y los saludos habla de Iglesia viva, en camino y misionera. Allí estábamos de todos los puntos de España en el deseo de trabajar juntos. Comenzábamos con la oración compartida desde un texto paulino del cuerpo de Cristo, que siempre es iluminador de lo que somos, y la petición del Espíritu para la reflexión compartida.

La alegría de los discípulos por los vivido, visto y oído

La primera parte fue de una exposición sencilla de lo que cada movimiento trae entre manos en la misión apostólica y evangelizadora en medio del mundo y sus ambientes. El deseo profundo de ser buena noticia entre la gente y especialmente entre los que sufren en debilidad y en pobreza. Los espacios propios de este protagonismo son los de la parroquia, la escuela, el trabajo, la profesión, la enfermedad, el mundo rural… lo temas centrales en estos años han estado marcados por la sinodalidad, la comunión, la migración, la ecología, y la cultura del cuidado ante la vulnerabilidad, sin olvidar el tema de la reconciliación frente a la polarización. La mirada al futuro sigue siendo de compromiso con una Iglesia fraterna y servidora ante los problemas y sufrimientos de la humanidad, corresponsable y comprometida con la lucha por la justicia y la paz en estos tiempos convulsos y desiguales.

Presentación de "Dilexi te" y nuestros ecos

Un café nos devuelve el tono festivo de lo compartido como tarea y volvemos a un tiempo de formación, en el que nuestro compañero Fernando Díaz, ex consiliario de HOAC y muy metido en estudio teológico actualmente, nos sirve con una ponencia sobre las claves fundamentales de la exhortación “Dilexi te” del Papa  León –con material heredado- que complementa la anterior “Dilexi nos”, del papa Francisco, en el mismo estilo y con profundización en el mismo lenguaje de compromiso evangélico.   Una ponencia con claridad que nos abre a un diálogo en el que el eco de los asistentes se hace vivo y encarnado.

Nos alegramos profundamente de lo que plantea esta exhortación y de nuestra comunión vital con ella desde el ser y el hacer de nuestros proyectos evangelizadores propios y nos dejamos interpelar por las cuestiones claves y centrales.  La dimensión cristológica de la mirada a la pobreza nos sobrecoge, el misterio del que siendo rico se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza, rompe esquemas y nos vuelve a invitar a la conversión. No podemos llegar a Jesucristo sino no lo abrazamos y lo recibimos en el pobre y en el sufriente. Es más, es en nuestras propias pobrezas y limitaciones donde se realiza esa salvación que pasa por la misericordia y la compasión de una verdadera fraternidad universal. No podemos ser ajenos a los problemas que hacen sufrir en el hoy, y no podemos serlo porque existimos como movimientos para esa misión. La comida siempre festiva y fraterna, un gozo compartir la mesa.

En claves de revisión de vida

Por la tarde nos adentramos en claves de revisión de vida por grupos que nos ayudan a aterrizar interpelaciones de este mensaje papal que nos podrá lleva a una acción compartida con la iluminación de esta formación. Deseamos adentrarnos en un objetivo común en orden a profundizar en este misterio y misión de que el que sufre pobreza de alguna manera pueda experimentar en su vida que Dios le ama en concreto y personalmente.

Compartir las viandas y los licores

La cena será momento de gozo en el compartir de las viandas culinarias preparadas por unos y por otros que hacen una mesa de lo diverso en lo común de la alegría, no faltará el buen vino de algunas de las tierras, y cada uno pensará que el suyo es bueno, aunque no sea el mejor, como nos pasa con la tarea propia de cada movimiento. Siento perdérmelo.

Con el obispo consiliario de la Acción Católica, don Santos.

Mañana serán los miembros del consejo de la Acción católica española, presidentes y consiliario, los que se reúnan con el obispo consiliario Don Santos, para perfilar juntos el reforzamiento de la federación de los movimientos y la secretaría de la misma, para seguir viviendo en la construcción de un apostolado adulto, comprometido y misionero en medio del mundo, desde el corazón de la Iglesia.

El lunes seremos los consiliarios generales de los distintos movimientos los que nos reunamos con este obispo para poder compartir esa tarea de consiliaria que ha de seguir en la comunión de la misión y en la profundidad de la verdadera sinodalidad, desde las cuatro notas de la acción católica. Para ese momento me tocará volver a la capital, pero en este caso con compañeros diocesanos que también están en tareas de consiliaria con los jóvenes estudiantes y con el movimiento rural de adultos, Manolo y Eugenio.

Testimonio vivos irrenunciables

Creo que la confesión compartida hoy en muchos de los momentos por la mayoría de los que participábamos era de gozo y de ánimo compartido en la tarea que se nos hace evidente y necesaria en este momento eclesial y cultural. Todos entendemos que la verdadera presencia pública sólo es posible desde los procesos vividos en profundidad y con la vida compartida en espacios de vida, fe y comunidad. Los movimientos vienen haciéndolo desde hace mucho tiempo, algunos hace ya un siglo que comenzaron en su andadura, como la JOC, algunos más jóvenes en la federación, pero todos en la misma vocación conciliar de ser iglesia en medio del mundo para que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. Destaco los testimonios directos y personales que hoy se han manifestado muy queridos por Dios –Dilexi te- en los procesos de sus vidas y en el quehacer de estos movimientos, verdaderos tesoros en la iglesia y para el mundo.