EXtraido de "Sinfonía divina, acordes encarnados" PPC "Sinfonía divina, acordes encarnados" Para el ciclo A: Comentario a los evangelios dominicales
Completo la tríada de comentarios:
Comencé con el ciclo B , "Trazos de evangelio, trozos de vida", continué con el C, "Trama divina hilvanes humanos" y completo ahora con el ciclo A, "Sinfonia divina, acordes encarnados".
Lecturas creyentes de hechos de vida al hilo del evangelio dominical, aocmpañado por canciones propias y originales, construidas por Monty y Alfonso con la ayuda de la IA.
Los centros comerciales preparan sus fachadas para dar comienzo a la "Navidad", pero solo la Palabra que se encarna da la vida, la verdad, la alegría y la felicidad. Regalemos acordes de Palabra y Vida,para la sinfonía que es propia de Dios.
Ojalá sea un poco de sal, un gramo de levadura y pequeño punto de luz en vuestras vidas. Gracias¡
Gracias a María José Toledo por su prólogo sentido y compartido.
Lecturas creyentes de hechos de vida al hilo del evangelio dominical, aocmpañado por canciones propias y originales, construidas por Monty y Alfonso con la ayuda de la IA.
Los centros comerciales preparan sus fachadas para dar comienzo a la "Navidad", pero solo la Palabra que se encarna da la vida, la verdad, la alegría y la felicidad. Regalemos acordes de Palabra y Vida,para la sinfonía que es propia de Dios.
Ojalá sea un poco de sal, un gramo de levadura y pequeño punto de luz en vuestras vidas. Gracias¡
Gracias a María José Toledo por su prólogo sentido y compartido.
Ojalá sea un poco de sal, un gramo de levadura y pequeño punto de luz en vuestras vidas. Gracias¡
Gracias a María José Toledo por su prólogo sentido y compartido.
| María José Toledo Serrano
Un título de vida y comunión
Sinfonía divina, acordes encarnados, un título no escogido al azar, sino bien pensado para este libro y para este momento histórico. La palabra «sinfonía» deriva del griego symfōnía. El Diccionario define «sinfonía» como «pieza de música escrita para que la toquen muchos instrumentos, todos sonando a la vez». Así que, en estos momentos convulsos, Pepe nos propone tocar una sinfonía divina. Narra hechos de vida de personas muy diferentes que tienen en común su relación con Dios. Personas todas necesarias para tocar la sinfonía divina. Un Dios que está en cada una de las mujeres y hombres que, sin pretender afán de protagonismo, forman parte de este libro y estoy segura de que no resultará indiferente a todo aquel que lo lea y quiera dejarse interpelar por Dios y por la vida.
En la vida con la mirada de Jesús
Desde mis inicios en la JEC –Juventud Estudiante Católica– aprendí la importancia que tenía el ver, es decir, ir por la vida con la mirada que tendría Jesús. Ahora lo hago personalmente y en mi grupo de revisión de vida de Profesionales Cristianos (PX). Buscamos una mirada que no sea superficial, sino pausada, profunda, parándome a ver qué hay dentro de cada persona, qué hay en el fondo de cada hecho de la vida cotidiana, para, entre otras cosas, darme cuenta de dónde está Dios o dónde no está, los signos de presencia o ausencia de su Reino. Si nos paramos a ver a los demás desde el prisma de Jesús –su forma de pensar, sentir y actuar–, nuestra mirada será otra, nuestro juicio no será solamente terrenal, y eso nos llevará a una acción meditada y orada; para ello necesitamos la Palabra. El autor en este libro nos presenta unos textos evangélicos relacionados con hechos de vida actuales donde esa Palabra está encarnada, se está cumpliendo. En algunas ocasiones pide a personas que se adentren y se paren a revisar un hecho de su vida iluminándolo desde el evangelio, una buena noticia que se hace carne en nuestro día a día, en nuestro vecino, en el que viene de otros lugares buscando una vida más digna, en nuestros padres, en nuestros hijos, en nuestros jóvenes, en nuestros compañeros de trabajo… En esta sociedad tan secularizada, pero donde se sigue buscando la trascendencia, son necesarios estos acordes encarnados, las personas necesitamos dar sentido a nuestras vidas, necesitamos cultivar nuestro interior.
Ministerio y comunidad en medio del mundo
Mi querido amigo Pepe ha entendido su servicio ministerial desde la clave del Reino y quiere vivir un servicio poniendo a los pobres en el centro. De ahí su opción por ellos, por los más débiles, por los que sufren, por eso en este libro podemos leer notas encarnadas de dolor, pero también de esperanza, de aquellos que tienen que huir de su tierra buscando un futuro mejor o para salvar su vida, transmitiendo una fe viva que les hace vivir esperanzados. En las líneas que siguen a este prólogo encontraremos una llamada a vivir el encuentro con los desheredados de esta tierra, a hacer comunidad con todos los hijos de Dios, siendo esto necesario para hacer sonar y sentir una sinfonía divina en el mundo triste y mudo, así como en nuestro propio interior.
Levadura, sal y luz
Ante las últimas noticias sobre la corrupción en el mundo de la política, Sinfonía divina, acordes encarnados no puede llegar en mejor momento. En la obra hay ejemplos de cristianos que se siente llamados y enviados por su comunidad cristiana a estar en la vida pública para trabajar por el bien común, por los más débiles, para buscar una sociedad más justa, más equilibrada, para hacer posible entre todos el reino de Dios aquí y ahora, que tanto necesitamos y anhelamos. En cualquier pueblo se necesita gente que quiera trabajar por lo comunitario, desde la honradez, desde el deseo de mejorar el lugar que habitamos, poniendo sus virtudes y habilidades al servicio de lo público, ¡cuan necesario es! Y, cómo no, Pepe, que va por el mundo con la mirada del Padre, se ha encontrado con gentes que quieren ser servidores públicos en esas claves, y todos los que leamos este libro vamos a tener la enorme suerte de poder conocer sus experiencias, enriquecernos con ellas y dar gracias a Dios por su servicio.
Evangelio y vida. Lectura creyente del vivir.
Necesitamos llevar el Evangelio a nuestras vidas, a nuestras familias, a nuestra comunidad de vecinos, a nuestro lugar de trabajo, a nuestro día a día; para eso es necesario leerlo y entenderlo, por eso esta labor que hace Pepe es de agradecer. Nos ayuda a entender la Palabra, ahora queda de nuestra parte interiorizar y llevarla a la vida diaria. Animo a los lectores a leer cada texto pausadamente, dejándose interpelar, preguntándose por su vida, no como un juicio, sino para enriquecerse, para esperanzarse. Necesitamos esta mirada esperanzada de la vida en nuestro quehacer diario, y yo creo que Sinfonía divina, acordes encarnados nos ayudará a ello.
María José Toledo Serrano
Movimiento de Profesionales Cristianos de Acción Católica