Dad al César lo que es del César... La constitución y el alcalde de Guadajira, mi parroquia rural

La constitución y el alcalde de Guadajira, mi parroquia
La constitución y el alcalde de Guadajira, mi parroquia José

Hoy día de la constitución, fiesta laica que nos alegra a los sacerdotes porque no está implicada en labores de solemnidad religiosa, pero que no por eso deja de tener solemenidad ciudadana. Yo lo celebro desde la realidad sencilla de Guadajira. Desde el comienzo me encontré con un joven alcalde que se mostró cercano para el diálogo y el compromiso mutuo a favor de la población. Recuerdo que él me dijo que deseaba colaborar con la Iglesia en aquello que fuera servicio para el pueblo, y yo le dije que me tenía a su disposición para colaborar como un ciudadano más, desde mi servicio, para implicarme en todo lo que propusiera para el bien común de "nuestro pueblo·". Hace poco ha participado en un encuentro que celebramos en el salón parroquial con profesionales cristianos de la diócesis de Mérida-Badajoz, le pedimos su testimonio sobre su quehacer en la estructura política de un pueblo rural. Nos estamos preguntando por los cuidados en las estructuras de distinto tipo. Traigo aquí  esa reflexión para compartirla y celebrar este día de ciudadanía que nos llama a cuidar las estructuras para que sean de "Cuidado".

Guadajira

¿Cómo fue tu proceso para que llegaras a plantearte la posibilidad de implicarte en la política del pueblo?

Mi implicación nació de una preocupación muy sencilla, pero muy profunda: ver que Guadajira necesitaba avanzar y que muchos vecinos sentían que su voz no estaba siendo escuchada, había la sensación de que estábamos estancados con el proyecto anterior. Durante años estuve participando en iniciativas locales y asociaciones, escuchando inquietudes y compartiendo propuestas. Poco a poco fui tomando conciencia de que, si quería contribuir de verdad, tenía que dar un paso al frente.
La decisión no fue impulsiva; fue un proceso de reflexión personal, hablando con mi mujer, con vecinos y con personas que confiaban en que podía aportar algo positivo. Al final, pesó más el compromiso con mi pueblo que el vértigo que supone entrar en política.

¿Qué motivaciones son las que te impulsan a comprometerte y a luchar por el pueblo?

Me mueve el orgullo de pertenecer a Guadajira y el deseo de que nuestros vecinos vivan mejor. Creo firmemente que un pueblo pequeño también puede tener grandes oportunidades si se trabaja con constancia, cercanía y responsabilidad. Me motiva ver que las cosas cambian, aunque sea paso a paso: una infraestructura que mejora, este año, parque de los colonos, nuevo parque de la mujer, un servicio que se crea como Aula matinal para conciliación familiar, o ver como una necesidad básica y primordial como acceso a agua potable se atiende y se avanza en ella. Y, sobre todo, me impulsa la confianza de quienes me han elegido para representarles y quienes me muestran su apoyo o se implican en la labor desde diferentes ámbitos, patrullas verdes, deporte, etc. sean del color que sean.
¿Cuáles son tus aspiraciones y deseos en tu labor en el ayuntamiento?


Aspiro a dejar un pueblo más vivo, más cuidado y con más oportunidades. Quiero que Guadajira sea un referente como pueblo de colonización, que aproveche su identidad y su historia para generar desarrollo. Deseo que los jóvenes sientan que aquí pueden construir su futuro, que son una de mis mayores preocupaciones, que los mayores se sientan acompañados y atendidos, y que cada vecino pueda decir con orgullo que vive en un pueblo que funciona y que avanza. Y, por supuesto, quiero que el ayuntamiento sea cercano, transparente y útil, es decir, trabajo poniendo el ayuntamiento a disposición de los vecinos continuamente.
¿Qué dificultades y qué ayudas estás teniendo para seguir adelante en este compromiso?


La política local tiene dificultades evidentes: recursos limitados, trámites que a veces avanzan más despacio de lo que uno quisiera y la presión de querer mejorar todo más rápido de lo que es posible.
Pero las ayudas son mucho mayores: el apoyo de quienes creen en el proyecto, la colaboración de asociaciones, y vecinos que dedican su tiempo, y el trabajo del equipo del ayuntamiento. Y, en lo personal, la comprensión de la familia, que es clave para sostener este compromiso.

¿Crees que el Evangelio y la fe tienen que ver con el compromiso ciudadano y político?


Es cierto que la fe y el evangelio puede inspirar una forma de estar en el mundo y de tratar a los demás, de hacernos mejores. Por eso, sí creo que el Evangelio puede orientar actitudes que mejoran el compromiso ciudadano: escuchar, servir, trabajar con honestidad y poner a las personas en el centro.
En mi caso en concreto, vivo mi día a día acompañado por la fe y sintiendo que en cada paso o cada decisión, Dios me acompaña y está conmigo.

Más información sobre Sergio:

Sergio, alcalde joven de la comarca de las vegas bajas del Guadina

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