Tesoros de la Historia del Arte que podemos visitar virtualmente Catedrales explorables en tiempos de cuarentena

La catedral de Sevilla, con la "giralda"
La catedral de Sevilla, con la "giralda"

Acatando las medidas de contención del coronavirus establecidas por los diferentes gobiernos, España y parte de Europa ha visto cerrar estos días museos y templos. Sin embargo, la cultura no ha quedado en cuarentena

“Notre Dame se pasearía con la cabeza alta por la nave central”, escribió un viajero decimonónico impactado por la magnitud de la catedral de Sevilla

La mezquita-catedral cordobesa sigue siendo un lujo para los sentidos, habiéndose preservado en ella la riqueza del arte hispanomusulmán

Edificada para albergar la tumba de Santiago el Mayor y recibir cientos de peregrinos diariamente, la catedral de Santiago ha dejado de ser, por un tiempo, meta del camino y se ha cerrado a las visitas masivas, pero puede visitarse a través de la pantalla

Acatando las medidas de contención del coronavirus establecidas por los diferentes gobiernos, España y parte de Europa ha visto cerrar estos días museos y templos. Sin embargo, la cultura no ha quedado en cuarentena y las grandes catedrales (que suman las dos funciones, la litúrgica y la de la contemplación del patrimonio histórico-artístico) pueden navegarse desde casa. Seleccionamos algunas de las visitas virtuales que pueden encontrarse en internet.

Notre Dame, visitable a pesar de todo

Algunos críticos del arte contemporáneo han dejado escrito que habría que comparar a los artistas “arriesgados” de nuestros días con aquellos artesanos medievales que se jugaban el cuerpo levantando bóvedas o construyendo los cimborrios a más de 40 metros de altura de las catedrales, solamente sujetos a unas cimbras. Excepcional tanto en su alzado como en el plano (5 naves, doble girola), la catedral de Notre Dame de París puede visitarse de forma online, sin necesidad de salir de casa.

La intrahistoria de este edificio empezó en el gótico de principios del siglo XIII, pero ha atravesado siglos y llegado hasta nuestros días sorteando desastres, como el impresionante incendio que la arrasó hace menos de un año. Tristes transformaciones pero, por otra parte, Notre Dame también guarda en su piel anécdotas divertidas y palabras que ensalzan su belleza extemporánea.

Catedral de Notre Dame
Catedral de Notre Dame

Sembrada la polémica en cada una de sus restauraciones, a principios del siglo XIX Victor Hugo, el célebre escritor de Nuestra Señora de París, criticó que los arquitectos le habían dado a la inocente catedral “la coz del asno al león agonizante”. Una metáfora rotunda para expresar, de nuevo en palabras del novelista, que “las modas han causado más daños que las revoluciones”. Sin embargo, la revolución francesa también se había permitido intervenir el monumento religioso, al que en el siglo XVIII habían retirado los reyes bíblicos de la fachada, por confundirlos con monarcas de Francia.

La catedral de Sevilla, con la "giralda"
La catedral de Sevilla, con la "giralda"

Catedrales de Sevilla y Burgos

“Notre Dame se pasearía con la cabeza alta por la nave central”, escribió un viajero decimonónico impactado por la magnitud de la catedral de Sevilla. Concebida para destacar en la línea del horizonte de la ciudad hispalense, representa la colonización territorial del cristianismo sobre el islam, puesto que se edificó sobre la mezquita mayor de la antigua ciudad omeya. La giralda de Sevilla, de hecho, no es sino un viejo alminar; un legado almohade que define ese aprovechamiento por parte de los cristianos de la brillantez constructiva de los árabes.

Del mismo modo que la seo sevillana puede visitarse desde casa, la catedral de Burgos tiene disponible un recorrido virtual. Una oportunidad preciosa para revisitar esta joya de ese gótico burgalés que renovó el paisaje peninsular aprendiendo de Italia. Gracias a que Castilla y León ha dotado la red de importantes recursos para conocer el patrimonio de la región (todo su románico, por ejemplo, está también virtualizado).

La giralda de Sevilla, de hecho, no es sino un viejo alminar; un legado almohade que define ese aprovechamiento por parte de los cristianos de la brillantez constructiva de los árabes

Mezquita-catedral de Córdoba

Mezquita-catedral de Córdoba

Palimpsesto arquitectónico, este monumento, de los más visitados cada año en España, ofrece un recorrido virtual gracias a la street view de Google. Sobre lo que fuera una basílica visigoda, el califato de Córdoba levantó una mezquita. Sobre esa mezquita, de nuevo en el Renacimiento el catolicismo construyó su lugar sagrado. Teniendo valor solamente por su historia, la mezquita-catedral sigue siendo, además, un lujo para los sentidos, habiéndose preservado en ella la riqueza del arte hispanomusulmán: la alternancia del color en los materiales de construcción, la secuenciación de las columnas de la sala de oración o el espectacular mihrab.

Catedral de Santiago

Edificada para albergar la tumba de Santiago el Mayor y recibir cientos de peregrinos diariamente, la catedral de Santiago ha dejado de ser, por un tiempo, meta del camino y se ha cerrado a las visitas masivas, siguiendo las medidas gubernamentales para detener el coronavirus. No obstante, desde casa se puede realizar una visita sin restricciones al templo, apreciando la huella del románico y del célebre Maestro Mateo, que se encargó de su cuerpo occidental (donde está el Pórtico de la Gloria). Lo único que le faltará al visitante telemático será el olor que expide el balanceo del botafumeiro, utilizado desde el principio de la historia catedralicia para recibir a los peregrinos disimulando con incienso los olores del largo camino.

Catedral de Compostela
Catedral de Compostela

Sagrada Familia de Barcelona

Esta basílica, que no es catedral, es el escenario en el que el arquitecto Antoni Gaudí desplegó todos los elementos de su imaginación. Lentamente y con devoción (católico confeso, Gaudí incluía cruces incluso en los encargos de edificios civiles, como la Pedrera), el arquitecto quedó inmerso en este trabajo desde 1884 (cuando tenía 31 años) y hasta 1926, cuando murió, dejándolo inacabado.

Templo expiatorio de carácter “ultragótico” (Gaudí quería que siguiera sobresaliendo en el horizonte barcelonés, y en el siglo XIX habían surgido los ensanches, con sus edificios de pisos altos), puede recorrerse con detenimiento en la red. Apreciando sus monumentales puertas (de la Pasión, del Nacimiento, de la Gloria), sus torres (doce, representando a los apóstoles; cuatro, por los evangelistas, más una en honor a la Virgen y otra a Cristo), sus esculturas… Tratando de diferenciar lo más antiguo (la piedra de canteras de Montjuic) de lo más moderno, acometido a partir de la muerte de Gaudí.

Sagrada Familia, interior
Sagrada Familia, interior

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