Jueves Santo: Las comparecencias en el Congreso de los Diputados David López Royo: Decepción y frustración

Congreso de los Diputados
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Albergaba la confianza que, siendo el día del "Amor Fraterno", incidiera en los Señores Diputados y, cómo no, en el Presidente del Gobierno

Estamos viviendo momentos especiales y lo que deseamos y queremos es, ante todo, sensatez y un espíritu verdadero de trabajar en equipo

No se puede subir a una tribuna, noble espacio para el diálogo, a insultar y lanzar rencor y odio

Si los políticos no se ponen de acuerdo, está claro que seremos las personas, que hacemos posible España, quienes solucionemos los problemas

Jueves, 9 de abril de 2020. Jueves Santo. Día del Amor Fraterno y de la Caridad. A las 9:00 horas estaba frente al televisor, estuve toda la mañana, hasta que terminaron todas las comparecencias en el Congreso de los Diputados. Albergaba la confianza que, siendo el día del "Amor Fraterno", incidiera en los Señores Diputados y, cómo no, en el Presidente del Gobierno.

La verdad, al concluir, hice un gran esfuerzo por seguir todas las exposiciones, mi sensación fue de frustración. Me quedé decepcionado. Las personas que habitamos en este país no nos merecemos la falta de nivel existente en la tribuna de oradores. No queremos datos para echarlos en la cara del otro, no queremos ideologías. Aquí ni las derechas ni el centro derecha ni el centro izquierda ni la izquierda ni los nacionalistas tienen la razón completa. No estamos en este maravilloso país para soportar las impertinencias de muchos políticos. Debe de existir el respeto hacia los demás y, sobre todo, hacia quienes están dando la vida, sí literalmente la vida, por ayudar y por atender a quienes están afectados y enfermos. Sanitarios, Trabajadores Sociales, Educadores, Policía, Ejercito, Trabajadores de Servicios Auxiliares, Conductores de Autobuses, Conductores de Ambulancias, Taxistas, y una larga lista de profesiones y personas.

No nos merecemos el comportamiento de quienes nos representan. Todos los Diputados están porque hemos votado libremente. Estamos viviendo momentos especiales y lo que deseamos y queremos es, ante todo, sensatez y un espíritu verdadero de trabajar en equipo.

No hay ideologías para lograr que España siga siendo un país de acogida y de fraternidad. Con lo que pasó en el Congreso, la inmensa mayoría de ciudadanos, no podemos estar de acuerdo. Hay que recordarles a los Partidos Políticos, con representación en esta noble Tribuna, que los militantes que tienen son de una bajísima proporción con respecto al número de personas que habitamos en este país y que somos quienes votamos en una alta proporción.

La manera de proceder de una serie de políticos es inaudita y poco respetuosa con los principios que deben de regir una democracia. No se puede subir a una tribuna, noble espacio para el diálogo, a insultar y lanzar rencor y odio. No, no Señores y Señoras Diputados y Diputadas; los ciudadanos, que no tienen militancia, no son como Vds. y hay que considerar, que los que militan tampoco.

Existe una fiebre hacia todo que es privado y, por ende, a las empresas ¿Pero cómo es posible esto? Si es gracias a los emprendedores y a los empresarios, y a la iniciativa privada que se pagan impuestos, y con los mismos los políticos pueden desarrollar sus programas electorales. Esta confrontación con el tejido empresarial es un signo muy negativo. Si no existen empresas ni emprendedores ¿de dónde va a salir el dinero para que los responsables políticos puedan pagar a funcionarios?

Hay un interés, a veces considero que obsesivo, por confrontar la gestión pública con la gestión privada. No sería más ecuánime aceptar la cooperación entre ambos modelos de gestión.

Los políticos tienen sus afanes ¿pero coinciden éstos con los de la población? Viendo lo que vi y escuchando lo que escuché el pasado día nueve, experimento que no. Creo que la mayoría de la población sentimos la lejanía de los responsables políticos.

El día 9 el Partido Socialista y el Partido Popular dejaron frustrados y decepcionados a un porcentaje muy elevado de españolas y españoles. Pablo Casado, en nombre del PP, hizo ofertas concretas que el Presidente ni siquiera escuchó y ni siquiera tuvo en cuenta. Para mí, el Partido Socialista es un gran Partido y entiendo que en algún momento escuchará al principal partido de la oposición. Lo tiene que hacer porque si no estará cometiendo un error histórico en los momentos que estamos viviendo. La trayectoria socialdemócrata es muy sólida y, esto volverá a renacer, da la sensación que esta dimensión se ha perdido en la actualidad. El Partido Popular no se merece lo que algunos diputados y diputadas de otras fuerzas políticas dijeron, y máxime en un momento en que se está viviendo una grave crisis sanitaria y por extensión económica. Pero el tiempo se encargará de hacer el trabajo que los políticos se niegan a realizar de manera conjunta, y serán los emprendedores y empresarios, junto al Tercer Sector los que sacarán a este país de la situación crítica a la que nos está llevando el coronavirus y la deslealtad de muchos políticos.

Colaboración

Hay que insistir que entre ambos partidos suman por encima de los 200 diputados y diputadas. La gran mayoría de personas, que decidimos seguir las distintas comparecencias, esperábamos unas intervenciones más constructivas, fijadas en cómo hacer para sacar este país adelante. La verdad, hace falta tener espíritu de aguante y voluntad de escuchar, y no porque no sea necesario seguir los debates para entender y comprender cómo actúan los políticos, sino por la cantidad de insensateces que se vertieron en un lugar, donde el respeto y el sentido común debería de marcar los distintos puntos de vista.

Es injusto lo que la portavoz socialista dijo, se equivocó y estoy seguro que en su fuero interno sabe que actuó mal; pero no por esta razón Pablo Casado puede dejar de ir a la Moncloa. El Presidente ha hecho un ofrecimiento; la obligación de una oposición responsable es acudir y proponer, al mismo tiempo que explicar a la opinión pública cómo se perfilan estos acuerdos. Los Partidos Políticos tienen una responsabilidad que cumplir y no pueden guiarse por temas pasionales. Seguro que, actualmente más de tres cuartas partes de la población de este país, estamos esperando que el PSOE y el PP lleguen a un acuerdo que ofrezca estabilidad y seguridad. Por esta razón el PP tiene el deber de no tirar por la borda la confianza que sus votantes le han dado; lo mismo le ocurre al PSOE.

Vivimos tiempos recios como diría Santa Teresa de Ávila, y no por ello debemos de dejar de creer que el acercamiento entre el PSOE y el PP es posible. Es necesario, muy necesario. Yo estoy convencido de que llegará y que al mismo se sumará Ciudadanos. De hecho hay que reconocer que fue este Partido, con Inés Arrimadas a la cabeza, quien tuvo la idea original. No pierdo la esperanza de que estos tres Partidos sean el motor del nuevo proyecto económico y social a desarrollar en España.

Deben de construir un Programa Económico y Social apoyado en lo que realmente es posible y, no en quimeras que nos podrán llevar a una situación más empobrecida de la que nos va a dejar el coronavirus.

Hay que apoyarse en el tejido empresarial, hay que contar con su fuerza y con su energía. Ellos deberían de ser quienes realmente tuvieran un puesto excepcional y principal en esta Nueva Mesa de Trabajo. Los pequeños y medianos empresarios, los autónomos y las empresas del IBEX. Ellos, sin duda, dirán a los políticos que es lo que quieren y cómo lo quieren.Esto hay que repetirlo muchas veces, infinidad de veces. También debería ocupar un puesto relevante el Tercer Sector que gestiona infinidad de programas y proyectos sociales, sociosanitarios y educativos. Da la impresión de que existe un interés de acabar también con el mismo. Se pretende que todo sea de gestión pública. Esto es imposible y muy poco realista. El Tercer Sector realiza un servicio público y, generalmente, con pocos recursos, porque no hay que olvidar que muchas administraciones pagan los servicios a precios muy bajos. El Tercer Sector complementa el coste de los servicios con sus propios fondos en infinidad de casos y de situaciones.

La iniciativa privada es imprescindible no es el enemigo. Es un compañero de viaje, y los responsables políticos no deberían de atacarlo e insultarlo. Se escuchan muchas opiniones que reflejan ignorancia, por calificarlo de manera suave, con respecto a lo que las empresas hacen por este país.

Tenemos la oportunidad de cambiar, no desaprovechemos la misma. El pasado día 9 de abril, en el Congreso de los Diputados, se perdió una gran oportunidad. Confiemos que en los próximos días, antes de la siguiente sesión en el Parlamento, el PSOE y el PP tengan posturas más cercanas, a las que se sumen otras fuerzas políticas. Tienen una gran responsabilidad. Quienes les hayan votado, en un porcentaje muy elevado, quieren que sean capaces de dar respuestas conjuntas a las distintas problemáticas que se irán dando. Tampoco se puede olvidar la gran aportación que podrá hacer Ciudadanos.

Que la decepción y la frustración no se vuelvan a repetir. Si esto está presente por mucho tiempo será caldo de cultivo para los populismos y extremismos; y desde luego si uno de los dos Partidos pone trabas y miente, los ciudadanos sabremos qué hacer. Nuestro sentido común sabe muy bien quién termina engañando.

Si los políticos no se ponen de acuerdo, está claro que seremos las personas, que hacemos posible España, quienes solucionemos los problemas. Se pondrá en marcha la población silenciosa, que es la mayoría, y comenzarán a construir una sociedad muy diferente, que base el proyecto de España en la libertad y en el Bien Común, la economía tendrá que adaptarse a los principios del Bien Común y tener, entre sus objetivos, generar riqueza social. No aceptará nunca la pérdida de la libertad y buscará generar sinergias positivas, alejadas del discurso fácil y vacio de las fuerzas políticas. El Partido Político o los Partidos Políticos que entiendan que esto se podrá dar, será el llamado o serán los llamados a cambiar los parámetros caducos por los que actualmente se mueven las fuerzas políticas.

Insisto, el PSOE y el PP tienen más de 200 diputados ¿Aceptan el reto de iniciar un trabajo conjunto? No olviden tampoco a Ciudadanos, fue quien tuvo la idea, seamos justos.

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