"Muchas veces, para crear es necesario no perder la esperanza" "Lo dífícil que es emprender"

David López Royo
David López Royo

"Hoy quiero reflexionar con Vds. acerca de lo difícil que es innovar y por tanto emprender desde el punto de vista empresarial"

"Me fijaré en tres personas que han pasado por circunstancias similares y por una cuarta que puede servir como apoyo para superar las dificultades que aparecen en el camino de la vida"

"Tres personas, dos contemporáneas y una alejada en el tiempo, que han vivido momentos muy similares: San Juan de la Cruz, Sandro Rosell y Francisco Barrionuevo con su libro 'Presunción de culpabilidad. ¿Estado de Derecho?'"

"El eje de estas tres situaciones ha sido el querer emprender. Cuando, desde la responsabilidad que se adquiere al ser emprendedor, se aspira a cambiar determinadas situaciones, arriesgando y apostando por ideas nuevas"

Hoy quiero reflexionar con Vds. acerca de lo difícil que es innovar y por tanto emprender desde el punto de vista empresarial.

Me fijaré, como decía al final de mi artículo de la semana pasada, en tres personas que han pasado por circunstancias similares y por una cuarta que puede servir como apoyo para superar las dificultades que aparecen en el camino de la vida.

Querer innovar y dar respuesta a lo que los tiempos demandan es un reto al que se tiene que querer; sí, amar con pasión. Innovar y buscar respuestas es salir de la zona de confort para complicarse, no lo duden, la vida. De ahí que sea inteligente apoyarse en un referente para realizar el camino que se ha decidido emprender para alcanzar la meta de la innovación.

El emprendimiento conlleva sufrimiento porque quienes se dedican a esta apasionante tarea no cuentan con que muchas veces los enemigos de la renovación emplearan todos los mecanismos que puedan, aunque no sean limpios ni justos, para destruir, fijando su objetivo de permanecer en su nivel de vida o status.

San Juan de la Cruz fue innovador y emprendió una empresa difícil y complicada: la renovación del Carmelo, tenía como compañera de viaje en esta aventura a Santa Teresa de Ávila. Supo, desde la humildad, pero también con una enérgica constancia, trabajar en la innovación de un estilo de vida religiosa. Pagó este esfuerzo con una temporada de reclusión y de prisión. “La noche enamorada de San Juan de la Cruz” es un texto apasionante, humano y cercano a la realidad que hoy viven infinidad de personas que pretenden la puesta en marcha de proyectos nuevos y diferentes a los que habitualmente existen.

Sandro Rosell, por ser emprendedor, terminó dos años, de manera injusta, en prisión preventiva. Su libro “un fuerte abrazo” relata con intensidad y razón lo que supuso para él y su entorno vivir esta situación ¡Terrible es su conclusión! La visión empresarial de Sandro era innovadora y buscaba el dar respuesta a nuevos nichos de mercado. Trabajaba con tesón y constancia procurando entender lo que era más apropiado para el espacio económico y social.

Francisco Barrionuevo en su libro “Presunción de culpabilidad. ¿Estado de Derecho?” explica lo que a él le está tocando vivir. Innovar conlleva su precio. El texto demuestra rigor y conocimiento judicial, relatando al mismo tiempo su experiencia vital y personal. La dimensión emocional enlaza perfectamente con la dimensión técnica desde el punto de vista del derecho.

Francisco Barrionuevo

Son tres personas, dos contemporáneas y una alejada en el tiempo, que tienen y han vivido momentos muy similares. Si ahondáramos en lo que conlleva la innovación descubriríamos que no solamente hay tres personas, sino que los casos similares a lo largo de la historia son infinitos.

El eje de estas tres situaciones ha sido el querer emprender. Cuando, desde la responsabilidad que se adquiere al ser emprendedor, se aspira a cambiar determinadas situaciones, arriesgando y apostando por ideas nuevas, aparecen intereses poco claros e indefinidos cuyo objetivo es malograr el buen hacer que el emprendedor pretende realizar.

Los intereses negativos no buscan nunca la verdad y, tan solo, aspiran a destruir a quien ha osado el proponer nuevos proyectos. Buscan, estas personas, la destrucción; para lograrlo sondean todas las vías posibles y niegan la verdad de los hechos.

Para ser emprendedor hay que ser personas valientes; sin valentía es imposible alcanzar la meta de la innovación. Sandro Rosell relata con valentía su experiencia personal y cómo es necesario no perder nunca la esperanza. Hay que ser creativos, incluso, en las circunstancias más adversas. Tener fe y confianza ayuda a alcanzar lo que es verdaderamente justo. Francisco Barrionuevo transmite que la pasión por emprender nunca puede ser anulada por las circunstancias, si bien éstas son una limitación real a los proyectos que se desean poner en marcha; no puede haber espacio para la pérdida de confianza ya que supondría entrar en un camino sin lugar al que llegar.

Tanto en San Juan de la Cruz como en Sandro Rosell y en Francisco Barrionuevo, como emprendedores, viven la tensión de hacer un camino que conduzca al logro de la verdad porque su experiencia vital ha sido arañada y casi destruida. Ninguno de los tres habrá conocido el libro de Damián Fernández, "la segunda conversión"; pero lo que no cabe duda es que el camino que nos propone hacer este autor tiene muchos elementos comunes al camino que están haciendo o hicieron los tres emprendedores.

Nuestros tres emprendedores tuvieron un día que enfrentarse a un devenir que nunca hubieran pensado que tendrían que afrontar; pero que tuvieron que hacerlo. Con toda probabilidad en su interior aparecerían infinidad de preguntas y hallar respuestas a todas sería complicado y, todavía hoy, muchas no tendrán respuesta. Sin embargo, sí hay una afirmación o respuesta que nunca desaparecerá de sus vidas ¡Qué difícil es ser emprendedor! Cuántos enemigos aparecen y cuánto daño pueden hacer a los proyectos que los emprendedores pretenden realizar.

El camino de un emprendedor no es fácil, está lleno de sorpresas inesperadas y, desde luego no buscadas. Destruir es muy fácil. Construir, sin embargo, supone realizar una trayectoria larga a la que hay que poner mimo, esfuerzo, tesón, empeño, constancia y, sobre todo, humildad. La "segunda conversión" es desarrollar una vida que esté alimentada por todo lo anterior y, además, por la Fe con mayúsculas.

Emprender

Qué difícil es ser emprendedor porque muchas veces este empeño puede verse sometido a experiencias tan duras como las vividas por los emprendedores a los que hoy me estoy refiriendo.

Innovar supone, en la mayoría de los casos, superar tempestades técnicas, económicas, administrativas, sociales y políticas. Innovar es implicarse sin condiciones, apostando por desarrollar ideas sobre las cuales construir un proyecto que pueda dar respuesta a necesidades presentes y de futuro.

Innovar es chocar con el inmovilismo de quienes fomentan la parálisis en todos los ámbitos de la sociedad; pero quien no decide embarcarse en el camino de la innovación nunca podrá saber si ha merecido la pena, aunque esto suponga en muchas ocasiones el pagar un peaje que haga sufrir hasta un límite impensable. El emprendedor es un luchador y siempre mira al mundo con optimismo. No está el mundo para perder a emprendedores sino para ganar a personas dispuestas a realizar proyectos que fomenten una sociedad mejor.

San Juan de la Cruz creía en su proyecto y transformó un espacio de la vida religiosa; Francisco Barrionuevo está desarrollando un proyecto educativo que busca ayudar a que la sociedad sea más innovadora; Sandro Rosell está poniendo al servicio de la sociedad su experiencia gestora en el ámbito del deporte para construir un mundo más solidario.

Aunque emprender es complicado y difícil es necesario no perder nunca la esperanza.

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