David López Royo La verdad por Navidad

David López Royo
David López Royo

Hay que empeñarse en trabajar por avanzar y por responder a las necesidades que la sociedad tiene. Esto debería marcar el compromiso de quienes seguimos a la estrella de David para alcanzar el portal del encuentro y de la fraternidad

Estamos concluyendo la primera semana de adviento y vamos camino de inaugurar la segunda, ¡Ojalá! qué quienes tienen que dar testimonio de la verdad inicien transformando su corazón, porque si no su testimonio terminará arruinando el mensaje de esperanza al que estamos llamados a sentir en este tiempo tan especial.

Terminaba mi artículo de la semana pasada con la siguiente frase:

“Sabemos que nuestro poder, el único poder posible, está en nuestro corazón y en nuestro cerebro, aprovechémoslo para que esta navidad sea Navidad”.

Lo hacía al hilo de que siempre hay que esperar a la verdad, a la verdadera Verdad, que escribo con mayúscula.

Los tiempos que estamos viviendo nos producen vértigo, aunque esto no lo terminemos de reconocer; pero nuestro día a día está sujeto a innumerables historias. Unas son bonitas y otras más duras y, hasta crueles. Pero es la vida y siempre hay un punto para la esperanza y para que ésta no deje de inundar a quienes queremos actuar con buen corazón.

Les voy a contar una historia que para mí supone una mezcla de esperanza, de gozo y de sufrimiento; pero estoy convencido que, al final, la Esperanza, estamos en adviento, hará brillar la luz que transforma los corazones.

Navidades

Es un historia real, cruda y dolorosa; pero, insisto, sé que la verdad, la única verdad verá la luz.

Me cuentan que anda por ahí un señor diciendo, en referencia a la Residencia Santísima Virgen y San Celedonio, que ésta nunca tuvo una orden de cierre y de clausura, y que lo engañaron. Bien la verdad es la verdad y aquí les pido que pinchen en este enlace y vayan al documento que en 2015 emitió el Ayuntamiento de Madrid. Pero, además existe un informe del arquitecto a quien la Fundación le encargó hacer las obras para intentar lograr que la Residencia no fuera cerrada, que les pido que pinchen en este enlace ya vayan al documento que elaboró el arquitecto. El Patronato existente en ese periodo decidió unánimemente proceder a una transformación patrimonial de la Fundación y desarrollar un proyecto sociosanitario, llamado ciudad de la misericordia, pinchen, por favor en el siguiente enlace . Gracias al trabajo del arquitecto y del anterior patronato, en donde yo estaba, se ha logrado que en 2021 se obtuviera una licencia condicionada, ya que el edificio actual es un edificio caduco y para nada adaptado a la normativa actual que exigen este tipo de centros. En 2018, con los datos existentes, se tomó la mejor decisión posible: Transformar el patrimonio para darle mayor valor a la Fundación y desarrollar el Proyecto de la Ciudad de la Misericordia y sí hay que reconocer que existía una orden de cierre y clausura de la Residencia.

Realizar proyectos que respondan a criterios técnicos y profesionales de excelencia en el mundo eclesial son difíciles de realizar porque siempre, por los protagonismos individuales, se terminan ahogado.

El Adviento, para el poco porcentaje de ciudadanos que, todavía, podemos creer en este tiempo, supone un espacio para esperar y lo hacemos con la confianza puesta en quien de manera humilde y sencilla se acercó a nosotros.

Hay que empeñarse en trabajar por avanzar y por responder a las necesidades que la sociedad tiene. Esto debería marcar el compromiso de quienes seguimos a la estrella de David para alcanzar el portal del encuentro y de la fraternidad.

Por esta razón quien se empeña en no decir la verdad, lo que está haciendo es obscurecer el camino de Belén y lograr que el pesebre quede cerrado para todas aquellas personas que están buscando hacer el bien.

Predicar algo que no es verdad es algo a lo que los cristianos nos deberíamos de negar. Intentemos ser personas de paz; pero que esto no signifique que nos dejemos arrollar por quienes se consideran dueños exclusivos de la fe. La Fe es libre, abierta, espontanea, sincera, amante, consultora y, sobre todo, es mostrar la evidencia de la Verdad.

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