Cae el telón del sainete en Friol

En castellano. A continuación en galego



Desde el día 2 de febrero, día del primer comunicado atribuido a Don Ramón y de sus declaraciones en una breve entrevista en Cope Lugo contradiciendo lo dicho en el comunicado, vengo siguiendo por todos los medios posibles el mal llamado conflicto de Friol con el Obispo y Obispado de Lugo, surgido aparentemente por el intento de traslado de ese cura. Como aficionado al teatro creo que llega el final del sainete.


No es un contencioso de Friol ni de Guitiriz con el Obispo, Ni siquiera es un conflicto de las 12 parroquias de Friol y 2 de Guitiriz que eran atendidas por don Ramón.

Parecía al principio el tal conflicto una algarada de unas pocas personas, quizás, sólo quizás, de buena fe, pero sin base eclesial, y con escasos conocimientos del funcionamiento de las diócesis, especialmente en lo referente a nombramientos de curas en tiempos de tanta escasez, pero sí con una gran dosis de agresividad, de temeridad y de pretendida impunidad, escondiendo detrás de seudónimos sus comentarios y amparándose en una representatividad que nadie les dio. Así se instalaron en su propia mentira y en la confianza en que ni el Obispo ni los Vicarios denunciarían, porque sería “políticamente incorrecto” No se privaron a la hora de calumniar, insultar y amenazar pública y privadamente. De todo esto tengo plena certeza porque yo mismo fui y soy blanco de sus dardos pública y privadamente, como lo fueron la casa de la madre y familia del Sr. Obispo en Villalba y del Vicario Don Mario en Lugo atemorizando a su madre con la sorpresa de los vecinos. Cabe la pregunta: ¿quién paga los carteles que sembraron por Lugo capital y provincia, la colección de pancartas y lo que ya don Ramón en ¿su? primer comunicado llamó infraestructuras?




Se trata de un fenómeno nuevo y no aislado ni espontáneo que va dinamitando las bases de una sociedad rural, pretendida reserva de votos conservadores, pero ya herida de muerte por el envejecimiento de la población, por el debilitamiento entre los jóvenes del sentido de parroquia y de comunidad, y a la que no resulta difícil embaucar con una pequeña dosis de populismo barato acudiendo a tópicos como que “nos tratan de analfabetos, paletos e ignorantes”.

Me siento interpelado por muchas razones, pero puede ser suficiente con una: Estoy cumpliendo 50 años de cura y de ellos, 47 de cura rural y en el rural. Mi vida gira sobre dos ejes: la difusión del Evangelio y la valoración y promoción del mundo rural gallego, No presumo de nada: porque sé que lo que soy y lo que tengo me fue dado, en primero lugar por medio de mis viejos y de mis vecinos labradores.

Tratando de que mientras pueda no me sea ajeno cuanto pueda referirse al rural y a la presencia de la Iglesia en él, procuro estar informado e intervenir en aquellos foros donde veo que se tratan temas relacionados. Pero, en este caso también yo me vi acusado de pesetero, opresor, mujeriego, militante de una iglesia mangoneada por curas, medieval, perniciosa, desfasada, opresora de los pobres…Todo esto está a la vista de quien quiera encontrarlo.

Fui acusado de mal compañero de Ramón mientras traté de ser comedido y callar que él por acción u omisión, libremente o forzado, es el verdadero causante de difamaciones en medios de alcance universal a donde llegaron como noticia de agencias de prensa o de una inventada plataforma vecinal, las difamación de su Obispo que lo estaba tratando cómo padre, temeroso de perder a un sacerdote que quería y al que consideraba amigo. Al mismo tiempo su silencio, obligado o no, está dejando que se ponga en la picota el trabajo de muchos curas y la unión de los vecinos, que pra él fueron feligreses. Le deseo el mejor y una salida digna del embrollo, pero no me sorprende que enfermase, inmerso en tal situación de esquizofrenia.

El día 30 de mayo el Papa habló con mucho acierto de la “Despedida del pastor” En lo que parecería una respuesta a este caso.

Capítulo a parte merece la movida de Fátima en la que no me voy a detener, pero que resulta un esperpéntico insulto a una mínima inteligencia y un descarado medio pra que unos pocos que fueron sigan engañando al resto que quedó. Como esperpento son los pretendidos contactos con la Embajada, Nunciatura, Conferencia Episcopal, Secretario Particular del Papa, el argentino monseñor Pedacchio, y la pretendida audiencia en el Vaticano.

Que diga de una vez la Plataforma dónde, cuándo y por quién fue elegida. Que muestre una sola foto entregando carta y dossier, o con la pancarta desplegada donde el Papa pudiera verla.

El fenómeno es relativamente nuevo, pero se va a multiplicar y las secuelas van a durar. También es nuevo lo que se dio en llamar “escrache” y que en este caso está presente en casi todas las actuaciones, con la peculiaridad de que estos incautos los anuncian.




Escraches modélicos son el de la misa de Consagración de Óleos en la Catedral con camisetas reivindicativas, pero más claro aún lo es el del domingo día 28 de maio con motivo de las confirmaciones en la parroquia del Sagrado Corazón de Lugo.

La ley será igual pra todos, pero claro está que no somos todos iguales para la ley. En otros escraches las fuerzas de orden público actuaron sin denuncia del “escrachado” (supongo que se dirá así), y cabe preguntar, sin buscar privilegios: ¿no tendrían que haber actuado en virtud del artículo 16 de la Constitución y de que el Obispo, por ser Obispo, no perdió los derechos que ya tenía como ciudadano? Sólo es una pregunta de uno que ya era ciudadano antes de ser cura y que algo hizo también por la democracia, pero no por esta.


En galego

Cae o telón do sainete en Friol



Desde o día 2 de febreiro, día do primeiro comunicado atribuído a Don Ramón e das súas declaracións nunha breve entrevista en Cope Lugo contradicindo o dito no comunicado, veño seguindo por todos os medios posibles o mal chamado conflito de Friol co Bispo e Bispado de Lugo, xurdido aparentemente polo intento de traslado dese cura. Hoxe, como afeccionado ó teatro creo que chega o final do sainete.

Parecía ó comezo o tal conflito unha algarada dunhas poucas persoas, quizás, só quizás, de boa fe, pero sen base eclesial, e con escasos coñecementos do funcionamento das dioceses, especialmente no referente a nomeamentos de curas en tempos de tanta escaseza, pero si cunha boa dose de agresividade, temeridade e pretendida impunidade, escondéndose detrás de pseudónimos nos seus comentarios e amparándose nunha representatividade que non tiñan. Así instaláronse na súa propia mentira e na confianza en que nin o Bispo nin ninguén denunciaría, porque sería “politicamente incorrecto”. Non se privaron á hora de calumniar, insultar e ameazar pública e privadamente. De todo isto teño boa certeza porque eu mesmo fun e son branco dos seus dardos pública e privadamente, como o foi a casa da nai e familia do Sr. Bispo en Vilalba e do Vicario Don Mario en Lugo, atemorizando a súa nai coa sorpresa dos veciños. Cabe a pregunta quen paga os carteis que sementaron por Lugo capital e provincia, a colección de pancartas e o que don Ramón no ¿seu? primeiro comunicado chamou infraestruturas?



Trátase dun fenómeno novo e non illado nin espontáneo que vai dinamitando as bases dunha sociedade rural, pretendida reserva de votos conservadores, pero xa ferida de morte polo envellecemento da poboación, polo debilitamento entre os novos do sentido de parroquia e de comunidade, e á que non resulta difícil embaucar co populismo de vellos tópicos como que “nos tratan de analfabetos, paletos e ignorantes”.

Síntome interpelado por moitas razóns, pero abonda con unha: Estou cumprindo 50 anos de cura e deles, 47 de cura rural e no rural. A miña vida xira sobre dous eixes: a difusión do Evanxeo e a valoración e promoción do rural, Non presumo de nada: porque sei que o que son e o que teño foime dado, en primeiro lugar por medio dos meus vellos e dos meus veciños labregos.

Tratando de que mentres poida non me sexa alleo canto poida referirse ó rural e á presenza da Igrexa nel, procuro estar informado e intervir naqueles foros onde vexo que se tratan temas relacionados. Pero, neste caso tamén eu me vin acusado de peseteiro, opresor, mullereiro, militante dunha igrexa mangoneada por curas, medieval, perniciosa, desfasada, opresora dos pobres…Todo isto está á vista de quen queira atopalo.


Fun acusado de mal compañeiro de Ramón mentres tratei de ser comedido e calar que el, por acción ou omisión, libremente ou forzado, é o verdadeiro causante de difamacións en medios de alcance universal, a onde chegaron como noticia de axencias de prensa ou dunha inventada plataforma veciñal, as difamacións do seu Bispo que o estaba tratando como pai, temeroso de perder a un sacerdote querido e que consideraba amigo. Ó mesmo tempo o seu silencio, obrigado ou non, está deixando que se poña na picota o traballo de moitos curas e a unión de veciños, que pra el foron fregueses. Quen é o mal compañeiro? Deséxolle o mellor e unha saída digna do embrollo, pero non me sorprende que enfermase, inmerso en tal situación de esquizofrenia.

O día 30 de maio o Papa falou con moito atino da “Despedida do pastor”. No que parecería unha resposta a este caso.

Capítulo á parte merece a movida de Fátima na que non me vou deter, pero que resulta un esperpéntico insulto a unha mínima intelixencia e un descarado medio pra seguir enganando uns poucos que foron de excursión ó resto que quedou. Como esperpentos son os pretendidos contactos coa Embaixada, Nunciatura, Conferencia Episcopal, Secretario Particular Papa, o arxentino monseñor Pedacchio, e a pretendida audiencia no Vaticano.

Que diga dunha vez a Plataforma onde, cando e por quen foi elixida. Que amose unha soa foto entregando carta e dossier, ou coa pancarta despregada onde o Papa puidese vela.

O fenómeno é relativamente novo, pero vaise multiplicar e as secuelas van durar.Tamén é novo o que se deu en chamar “escrache”




Escraches modélicos son o da misa de Consagración de Óleos na Catedral con camisetas reivindicativas, pero máis claro aínda o do domingo día 28 con motivo das confirmacións na parroquia do Sagrado Corazón de Lugo.

A lei será igual pra todos, pero está claro que non somos todos iguais prá lei. Noutros escraches as forzas de orde público actuaron sen denuncia do “escrechado” (supoño que se dirá así), e cabe preguntase, sen buscar privilexios, non terían que ter actuado en virtude do artigo 16 da Constitución e de que o Bispo, por ser Bispo, non perdeu os dereitos que xa tiña como cidadán? Só é unha pregunta dun que xa era cidadán antes de ser cura e que algo fixo tamén pola democracia, pero non por esta.


Volver arriba