La memoria historia es importante y el pueblo que no tiene en cuenta su historia está sometido a cometer siempre los mismos errores. El problema está en que los mismos hechos son recordados de diferente manera por unos y por otros. En el pueblo las raíces se hunden en la tierra, y los niños llegan al conocimiento de los secretos de la vida casi al mismo tiempo que abren los ojos; ven como los animales se aparean, como nacen al mismo tiempo las hierbas buenas y malas y habían de refugiarse desde los cinco años de las tormentas cuando pastoreaban los ganados. Decía el abuelo que los ciegos eran ciegos de vista pero que en donde ponían la imaginación ponían la mano sin desviarla ni un ápice. El ciego hablaba con los niños como si los viera. Decía :¡Qué guapo es éste!; ¡qué diablo es este otro!, como si les viera el interior. Muchas cosas que decía el ciego, que a la gente le parecían sapientísimas, eran cosas que él había oído a los niños.

                - Cosas que todo el mundo oye, pero que pocos escuchan-, decía el abuelo.