Desde Padroso, en procesión, la reunión multitudinaria al son de unos gaiteros, se trasladó hasta O Carballo de Padroso. Todos reunidos en torno al carballo, el maestro de ceremonias, la actriz y profesora de arte dramático Mariana, fue dando paso a los músicos, a los declamadores de poemas: loas e historia del Carballo9 de Pedroso, al lector del acta de fundación de Fundación Bieito que tiene como objetivo convertir la casa patricia de su fundador en albergue de peregrinos y centro de estudio del Camino Moizarabe, a las declamadoras de3 poemas de loa e historia del Carballo, y convocó a os afortunados que iban a llevarse un hijo del Carballo. Al terminar el acto de homenaje al carballo los asistentes se dirigieron a la sombra de una carballeira, blanco del bosque, en donde dieron buena cuenta de un exquisito banquete. Alguno de los asistentes no dudo en calificar el acto de priscilianista. Prisciliano fue un teólogo y escritor gallego del siglo IV que, según algunos intérpretes, celebraba el culto en el claro del bosque y rendía culto a la naturaleza. Risco escribió: Los gallegos no tienen templos sino naturaleza.