Desilusiones veraniegas

Los tertulianos del primer café han aportado un rico repertorio de dichos de veraneantes que han oído personalmente o han captado en otras tertulias. “Venimos buscando dormir como lirones pero el molesto canto del gallo nos despierta a horas fijas como un reloj”. Otro: “Venimos escapando de la contaminación y no ¡s encontramos con la boñiga de las vacas y las cagalletas de las ovejas”. Otro: ”He venido buscando el vacío silente y me encuentro con el atroz rebuzno de ese viejo animal que nunca debió de haber existido”. “Uno viene a escuchar los ronquidos de la garganta del monte en las tardes de tormenta y lo único que se oye es el ladrido de perros que sueltan por la mañana para que se alivien en donde les venga en ganas”. Otro: “Venimos a admirar el cielo lleno de claros que dejan las tormentas al dispersarse y nos encontramos con la fastidiosa niebla hasta el mediodía”. Otro más: “Venimos con la ilusión de escuchar el silencio y tenemos que escuchar los lamentos de los rurales capaces de romper la paz de los sepulcros”

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