Fruto de la inteligencia de unos y de la ambición de los otros

“Por favor, ¿me podrías indicar hacía donde tengo que ir desde aquí? No me importa demasiado a donde…”, dijo Alicia. “En ese caso da igual hacia donde vayas, … siempre llegarás a alguna parte”, dijo el gato. Los nacionalistas saben a dónde quieren ir. En otro tiempo, les concedieron la enseñanza, así las autonomías que aspiran a la independencia enseñaron una historia a su medida, y los medios de comunicación a través de los que predicaron que la independencia es lo mejor y para ello hay que sacudirse cualquier yugo que oprima. Hoy, les conceden gestionar los dineros de la seguridad social y las cárceles con la intención de 1) convencerlos y satisfacerlos, lo cual es desconoce la esencia del independentismo, 2) lograr fines inconfesables e inadmisibles para la mayoría de españoles o 3) de ganar tiempo. En todos los casos y fruto de su inteligencia, adobada por la ambición y la ineptitud de los gobernantes de España, los independentistas están dando pasos de gigante para lograr su propósito.

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