Gravemente perjudicado

Las conversaciones entre partidos suelen ser una pura técnica para desmoralizar al adversario y predisponerlo a aceptar las condiciones del más poderoso que suele alargarlas hasta la extenuación. La espera mina la moral del más débil y permite al más fuerte, que va con las conclusiones hechas y las decisiones tomadas, aunar fuerzas y estudiar mejor las alianzas que le convienen. ¿Usted por qué cree que un partido o un político pide la dimisión del adversario y disculpa al compañero cuando los dos están en la misma situación jurídica? Pero antes: ¿Cree que alguna vez se ha dado esta situación en el Parlamento español? Si a ésta contesta que no, yo le recomiendo que se pregunte: ¿Nunca nadie me dijo que rece a Santa Lucia para que me conserve la vista? El oído lo tiene Usted gravemente perjudicado a no ser que piense que la causa lo justifica todo y sólo es bueno lo que la favorece.

Volver arriba