Misa sin cura

Si en cada iglesia parroquial se coloca una buena pantalla y los domingos, los fieles reunidos siguen la misa televisada y un fiel reparte la sagrada comunión conservada en el sagrario puede ser la solución a la falta de curas que celebren misa el domingo en todas las parroquias. Esto supone una cierta descentralización y un buen grado de desclericalización. Algo parecido ya se hacía allá por los setenta del Siglo XX en algunas misiones. Se juntaban los fieles, alguien hacía las lecturas, algún otro leía la homilía escrita por el misionero y otro, o el mismo, repartía la comunión. Para terminar con una oración dando las gracias al Señor por los dones recibidos y por permitir reunirse y disfrutar de la comunidad. “Lo mejore es enemigo de lo bueno y, sobre todo, de las soluciones a la mano a los grandes males.

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