¡Pobre gente!

¿No os dais asco a vosotros mismos cuando ayer decíais una cosa y hoy decís la contraria? ¿No os cae la cara de vergüenza estar pagando con nuestro dinero a consejeros para que os digan que traje tenéis que poneros, cómo os habéis de peinar o como tenéis que saludar a alguien para quedar bien? ¿No os dais cuentas de que hacéis el canijo cuando adoptáis posturas que son de príncipes, de gente de alta sociedad cuando la mayoría de vosotros procedéis de la mayoría de a pie? ¿Qué os pasa por la cabeza cuando la gente os grita: ladrones, traidores, mentirosos, animal de bellota? ¿Es cierto lo que oí una vez que a Ustedes no les preocupa el número de muertos por la pandemia sino de que los muertos no contaminen su nombre? “Pasan el tiempo haciendo zamba y gresca” (Torres de Villarroel) entre Ustedes y se ríen tanto de tachas como de las alabanzas que las gentes les hacen. “Conociendo como conozco la naturaleza humana nunca me esperé otra cosa de esta pobre gente”, susurró cuando le abuchearon.

Volver arriba