“Los yihadistas no representan a nadie”, oí decir en una cadena de radio. O lo han dicho para tranquilizar al personal, y entonces es un engaño, o porque desconocen la realidad social, y lo que dice el Corán, y entonces deberían haberse callado. El Corán habla de las células durmientes, agazapadas, dispuestas a atacar en el momento oportuno. Los lobos viven en manada; si hay alguno solitario es por circunstancias especiales. No todos los musulmanes apoyan a los yihadistas. Pero es muy difícil que un padre acuse a un hijo, un hermano a un hermano, un amigo a un amigo. Una cosa es apoyar a alguien dándole medios y otra ocultarlo en vez de delatarlo y entregarlo a la autoridad. La misión de los yihadists es extender la UMMA por todo el mundo, por las buenas o por las malas. No predican pero vencen al enemigo, eliminan obstáculos y así preparan el camino