El Mundial de 2010 ha sido la ocasión para que una serie de supersticiones salieran a flote y se manifestaran sin ningún tipo de pudor. La despulpo Paul es la que más eco ha tenido en los medios por haber pronosticado el triunfo de España y, en ocasiones, anteriores, los triunfos de Alemania. Y los entendidos siguen discutiendo si los progres posmodernos son una tropa de gentes incrédulas. Uno puede no creer en Dios pero creer en pulpos pitonisos