No vive en el mundo, vive a distancia del lugar en el que vive, y a distancia de todo lo ocurre en el lugar en el que vive. Por eso, nada le inquieta nada inquieta nada le turba. Es pura relación consigo mismo y todo lo demás existe en la medida en que está en relación con él. Su modo de ser es una autoconciencia de ruptura con la realidad. Su pasión es quemar etapas adelantándose a los acontecimientos que, cuando llegan, lo desmienten, pero le da lo mismo porque la verdad es él.   Las bagatelas no le ocupan y todo aquello de lo que no se ocupa son bagatelas. Siempre hace lo correcto y las cosas son correctas porque las hace él. Trata de que los demás crean que viven en el mundo que él pinta en sus discursos y los que no lo creen es porque no tienen sentido de la realidad o porque son traidores a quienes los intereses de los otros no les preocupan lo más mínimo.