Sabiendo lo que sé, ...

Creo que el señor Blesa fue un hombre sin escrúpulos, que trató de enriquecerse personalmente sin importarle la situación de quienes le habían confiado la custodia de su dinero, que traicionó la confianza de miles de impositores. Creo que el Estado, si es el caso, y aquellos a quienes quedó debiendo dinero deben de cobrar del patrimonio que haya dejado. Pero también creo que la gente que come y se alimenta de las entrañas de un cadáver pone de manifiesto sus cualidades de fiera carroñera. Insultar de manera soez un cadáver demuestra mala educación, mala baba, ignorancia e incapacidad de cantar las verdades del barquero con palabras normales. Sabiendo lo que sé, nunca depositaría la confianza en el señor Blesa pero tampoco en la gente que se cisca en un cadáver. Pero sé también que culquier hombre puede cambiar y que el más ruín hoy puede llegar a ser mañana un santo y que el mejor hoy puede, mañana, ser el más ruín
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