Verdades terribles

... y siguió contándome: Los padres de mi madre se murieron cuando yo era muy pequeño. Tal vez por esto, siempre hemos venido a pasar vacaciones con los padres de mi padre. Durante las vacaciones sentía que mi madre estaba como un pajarillo en una jaula pequeña. Se ilusionaba para que yo me sintiera. Cuando llevábamos aquí unos días, ella empezaba a tener nostalgia de otra cosa. Mientras vivió la abuela, mi madre hablaba mucho con ella aunque le quedaba tiempo para aburrirse; desde que la abuela se murió aún se aburría mucho más. De vuelta a la ciudad, de camino al colegio, yo le contaba a mi madre las historias que me había contado el abuelo. A ella le gusta oírme contárselas. Un día le dije una frase que recordaba de memoria. El abuelo me había dicho: “El hombre es un ser desarraigado desde que nace”. Me quedé con aquello sin saber lo que quería decir. Ella comentó lo que  entonces tampoco entendí:

    -El abuelo dice verdades terribles

Volver arriba