Zopencos

Se puede decir que los errores no son necesarios, pero al tratarse de criaturas limitades y contingentes, a lo largo de una vida, tal vez sean inevitables. Está mal cometer errores, pero peor que haberlos cometido es no reconocer   que se han cometido.  Puesto que es de sabios reconocer los errores, es de zopencos no hacerlo. El zopenco puede no reconocer sus errores porque no ve que el error sea tal o porque cree que los demás son idiotas y no se darán cuenta de que los ha cometido o porque, sabiendo que los ha cometido y que los demás se han dado cuenta, por nada del mundo dará su brazo a torcer porque está convencido de que en ello se juega el salario u otras prebendas que pesan y motivan mucho más que la honra.

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