El cerdo San Antón

Hoy domingo, a la salida de misa de san Antón en la capilla do Santo, celebrada después de la procesión, dos vueltas alrededor de la capilla, alguien contó: Hace mucho tiempo, con parte de dinero de las ventas de la carne, se compraba un cerdo pequeño allá por el mes de septiembre. Una casa lo mantenía dos días, luego lo llevaba a la siguiente y así hasta dar la vuelta completa a todas las casas del pueblo. Con el tiempo, se acostumbraba a ir solo de una casa a otro, como si fuera un hermanito que anduviera pidiendo limosna. Le llamaban el cerdito de San Antón. Traía una esquila al cuello. De noche iba por los caminos y la gente, ya en cama, al sentirlo, rezaba un Padrenuestro por las animas. El cerdo de San Antón era el cerdo que tiene el santo a sus pies; iba por los caminos tranquilamente y cuando encontraba a alguien se paraba para que lo acariciara. El cerdo se vendía a las puertas de la capilla con las otras piezas que los devotos ofrecían el día de San Antón.

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