El colmo

No dudo de las buenas intenciones de la ministra de transición ecológica ni de los ecologistas, pero dudo de que la una y los otros conozcan el comportamiento del lobo frente a un rebaño. Creo que los señores de las cuencas d ellos ríos aman la naturaleza, pero, aunque uno me dijo: “Limpiar es modificar el curso natural de los ríos”, uno sé por qué prefieren la inundación de poblachones a que se limpie el cauce de los ríos llenos de árboles que no caben por los ojos de los puentes porque también lo modifican las presas de los molinos, los canales para regar y los estanques del agua para las poblaciones. El hombre modifica el paisaje por el solo hecho de existir, pero él mismo hace parte de la naturaleza. El colmo es que los neorrurales, mal llamados así los teletrabajadores,  que adoran la naturaleza quieran atar el pico a los gallos y encerrarlos en celdas para que no galen las gallinas, prohibir a los gatos que se arrastren en celo por los tejados, tapar la boca a los burros para que no rebuznen y a los perros para que no ladren porque les perturban el sueño y la tranquilidad que vienen buscando al mundo natural.

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