Qué descansada vida...

Los labriegos andan plantando ajos, pensamientos, hierba luisa, romeo para que las huertas no sean sólo hermosas sino también lugares perfumados al mismo tiempo que jardines para abejas; podan manzanos, ciruelos, perales, y otros árboles. Las podas las queman en los hornos de los patios, antaño útiles indispensables, hoy partes de conjuntos monumentales como los hórreos. El humo producía unas imágenes de belleza indescriptible que alegran y se guardan en el alma. La minuciosidad, la ingenuidad y la grandiosidad de una tarde como ésta, fría y soleada, no puede imaginarse, hay que verla para sentirla. La vida reposada, el aire de las montañas, el paisaje imponente y el estar en el lugar conveniente preservan del mal olor de la política. Los campesinos aprovechan lo que otros desprecian para llevar una vida decorosa dentro de la pobreza. PD. La columna de humo de la foto es de la quema de podas en el horno de un patio.
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