El diablo y el agua bendita

Los políticos huyen como el diablo del agua bendita de: 1.- En España sobran políticos a nivel del Estado y a nivel autonómico. 2.- El obrero que falta al puesto de trabajo es castigado por ausentista, pero no le pasa nada al político que no asiste al Parlamento o al Senado a no ser que el partido necesite todos los votos para sacar adelante algo favorable a sus intereses. Esto prueba que la labor del político es irrelevante para el funcionamiento de las instituciones públicas. 3.- Los políticos no se retiran. Van del Parlamento al Senado y del Senado al Consejo de Dirección de una empresa estatal o privada. 4.- Los políticos jamás reconocen nada bueno de sus adversarios lo cual quiere decir que consideran a sus votantes idiotas a no ser que ellos sean tontos, ciegos o anormales. 5.- Los políticos no tiran de las alfombras hasta el fondo porque dicen: Si hoy tiramos nosotros de las suyas, mañana tirarán ellos de las nuestras. “En casa del ahogado no se debe mentar la soga”. 6.- Los políticos ven la paja en el ojo ajeno y no ven la viga en el suyo.

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