La intimidad

A veces lloramos y no sabemos si es de dolor o porque estamos tistes sin saber por qué. La vida de cada uno es tan de cada uno que no puede buscársele parecidos en las novelas ni siquiera en la vida real. Puede que unos y otros busquemos en la memoria la explicación de lo que nos pasa y no encontremos nada. La intimidad está prendida a los recuerdos que tienen un dónde y un cuándo precisos. Ocurre que a veces cada uno de nosotros mismos nos empeñamos en silenciar y sepultar nuestra singularidad por miedo a hacer el ridículo. Hay quienes, por el contrario, gritan su vida queriendo hacernos creer que es única por original e ingeniosa y no siendo más que una ridícula imitación de lo que otros hicieron hace tiempo. Así son las cosas de la memoria.

Volver arriba