Por estúpido buenismo, los políticos han permitido reuniones, fiestas, botellones para evitar los enfados de los niños caprichosos y en aras de la economía. Cuando le ven las orejas al lobo ponen paños calientes, y al final, con todo el mundo cabreado, con los hospitales a rebosar y sin UCI vacías, tomarán medidas drásticas ¿Con qué autoridad pueden exigir a todo el mundo que lleva mascarilla y guarde la distancia social aquellos que han permitido que se reúnan unos 3000 negacionistas sin mascarillas y sin guardar entre ellos la distancia dictada? ¿Qué se puede pensar de unos políticos que, olvidando la prevención, solo se preguntan qué harán con los niños la víspera de abrir las escuelas? Un comité científico debe de tomar las decisiones basado en la experiencia y no en la conveniencia y oportunidad políticas. La experiencia es la madre de la ciencia para quienes sacan consecuencias, para los demás es papel mojado.