Como a ti mismo

“La angustia de la vida empuja al hombre fuera (los otros) del centro (el mismo)” (Schelling). El instinto primario, elemental, de mantenerse en la vida a todo precio consiste en la autoafirmación y salvar el propio yo en el tiempo y a través del tiempo por encima de todo. En una situación límite como la de confinamiento, exige saltarse las normas y, si es necesario, enfrentarse con las instituciones que lo oprimen. El confinamiento, cree el instinto primario, nos encierra en un presente absoluto concediendo a los que nos lo imponen y amenazan nuestra existencia, la gestión absoluta de nuestro futuro. El instinto primario pide saltarse las reglas porque, piensa: la vida, el mejor bien, se nos escapa entre los dedos mientras estamos aquí encerrados. Algunos, sin darse cuenta, lo que realmente buscan es  escapar del "Corazón de las tinieblas", el suyo. La salvación está en “convertir la autoafirmación en una instancia colectiva”, en "amar al otro como a ti mismo" y prescindir de las diferencias. Cuando cada uno pretende salvarse por su cuenta se llega al estado de barbarie. El conocimiento de la otra mejora el conocimiento de mi mismo

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