El peso de la culpa

Hay que unirse, especialmente en momentos de crisis, dicen, pero quieren la gloria de la victoria en exclusiva para ellos echando la culpa de todo lo malo al otro insultándolo, olvidando que los agravios son difíciles de olvidar. Tantas explicaciones no es más que un intento de arrancar del alma el peso de una culpa que recuerda errores y mala fe. La única especialización de una buena parte de políticos, insolentes y osados, insaciables de poder y de dinero fácil, - “prosperidad, insaciable pasión”, - es la intriga. La esperanza de la gente es un mundo mejor, la de muchos políticos, permanecer en el poder o conquistarlo. El futuro solo podremos verlo cuando se haya cumplido, pero podemos hacer lo que esté en nuestra mano para determinarlo. La sensatez es un don de almas grandes, muy poco frecuente entre políticos. Una nación airada es un pesado fardo que suele cobra la factura.

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