El pez y la caña

El estratega juega con las posibilidades, cuando las posibilidades se acaban y llega el momento de la realidad se acabó su tiempo. La realidad es lo que queda cuando la riqueza de las posibilidades se acaba y está cerrado el camino de la mera posibilidad. Esta mañana en el bar, después de disfrutar del encierro, los ganaderos y los agricultores pensaban: “De las medidas tomadas para aliviar la situación ninguna ayuda, al contrario, nos toca pagar la energía más cara para compensar a las empresas energética y colaborar cumpliendo nuevas normas que nos impondrán los bancos a que estos recuperen lo que dejen de ganar con las normas que les impondrá el Gobierno. “Echar remiendos en trajes viejos” es perder el tiempo, dice el Evangelio. Groso modo, Gandi decía: al mismo tiempo que se da un pez al hambriento para que coma hoy, hay que darle una caña para que pesque el de mañana.

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