¿De qué puedo prescindir?

Las cadenas de radio y televisión y los grandes diarios tratan de culpabilizar al personal de haber cogido unos cuantos kilos de más. Ahora, pasadas las fiestas, les recomiendan: 1) Hacer dietas especializadas para perder los kilos que se han puesto de más comiendo lo recomendado anteriormente, y 2) Dietas que exigen víveres especiales tan caros o más que los que recomendaron antes; es decir, otra necesidad creada exprofeso para que la gente consuma. Las rebajas también merecen una reflexión: 1) Muchos se gastan en cosas innecesarias un dinero necesario para otras cosas del que dispondrían si no fuera por las rebajas, y 2) Se cabrearán porque en casa tendrán menos espacio disponible para la vida diaria ahora ocupado por cosas que no les prestan ningún servicio. ¿Te pondrás alguna vez esto que acabas de comprarte?, le pregunté.  No, pero ¡estaba tan barato! Ni partidos ni iglesias ni sectas tratan de enseñarnos a pensar sino de imponernos su pensamiento. Decía Don Benigno: Nunca me pregunto qué puedo comprar sino de qué puedo prescindir. Y  el ciego: La gente no para de escudriñar para complicarse la vida

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